La Supercopa de Chile 2025 ya se está jugando. Es quizás el resabio más grande que ha dejado el cierre de la temporada 2024 del fútbol local, que tuvo como campeones a Colo Colo (Campeonato Nacional) y Universidad de Chile (Copa Chile). Como albos y azules se adjudicaron las competencias recién mencionadas, disputarán el duelo de los monarcas el próximo año. Desde ya se anticipa un cruce de alta tensión y con una importante dosis de morbo, por la denuncia de la U que llegará hasta el TAS luego del desliz en el Tribunal de Disciplina.
Esta definición se anticipa como inédita. En primer término, porque será la primera vez en que se juegue el Superclásico para la Supercopa. Y segundo, se anticipa en que habrá un cambio de formato al ser en dos partidos. Como dio a conocer La Tercera, este choque de trenes será en partidos de ida y vuelta, en una determinación que obedece, entre otras razones, a motivos de seguridad. La idea es que se juegue el 29 de enero y el 2 de febrero. El fin de semana siguiente arrancaría el Torneo Nacional.
Apenas se concretó que Colo Colo y la U fuesen los rivales en la definición del supercampeón chileno, surgió una duda de manera automática: ¿dónde se iba a jugar un partido de estas características con las dos barras más convocantes y problemáticas? ¿Qué Delegación Presidencial iba a dar luz verde para recibir el duelo?
Desde 2013, cuando nace la Supercopa de Chile, que la definición se ha disputado en partido único y en cancha neutral. Pero ahora se marca un matiz, siendo el mecanismo más aconsejable para garantizar la seguridad en ambos compromisos y que se juegue con aforos más cuantiosos, aunque solo sean aptos para los hinchas locales. Todo este tinglado también debe refrendarse con un cambio en las bases de la competencia, para dar paso al doble partido.
La propuesta de Aníbal Mosa cuenta con una positiva recepción. “Creo que dadas las características del encuentro que se va a tener, es mejor que haya que jugar dos partidos... No sé qué Gobernación o Delegación Presidencial va a querer autorizar un partido como ese”, había declarado el presidente de Blanco y Negro.
Cuando los planteles del Cacique y de los universitarios están de vacaciones, en el marco del prematuro término de la actividad este año, las interrogantes que afloran respecto a la Supercopa son numerosas y que requieren de claridades para las próximas semanas.
¿Que no se juegue con ambas barras es un fracaso del fútbol?
Uno de los asuntos más relevantes que deberá definirse dice relación con el orden de las localías. ¿Qué club comenzará como anfitrión? Para cerrar la serie en su casa, Colo Colo pone sobre la mesa el hecho de ser el campeón de la liga, certamen más relevante en el organigrama de las competencias profesionales del país (mientras el Torneo Nacional es de la ANFP, la Copa Chile corresponde a la Federación de Fútbol (que incluye a la ANFA), ambas entidades presididas por el mismo dirigente: Pablo Milad). ¿La U accederá a ser local primero, según la premisa antes mencionada? La opción de un sorteo para determinar el orden es factible, sobre todo en momentos en los cuales la relación entre las dirigencias está cortada.
La realización de dos partidos es bien vista en el entendido de nutrir a la vilipendiada industria de una instancia altamente mediática, que seguramente tendrá dos estadios llenos y reacciones al por mayor. Sin embargo, tomando la esencia de una Supercopa, la pregunta cae de cajón: ¿por qué el fútbol chileno no puede organizar un Superclásico con las dos barras? ¿Es un fracaso del fútbol? Lo cierto es que se ha convertido en una tendencia que los clásicos se disputen solo con hinchas del equipo local, por razones de seguridad, independiente al recinto donde se desarrolle.
Desde el verano del 2020 que no se disputa un Superclásico con hinchas de ambos bandos y en estadio neutral. Y fue en un periodo complejo en el país: estallido social y antes de la pandemia. La Copa Chile 2019 se definió en inicios del año siguiente y la final encontró a albos y azules cara a cara. El 22 de enero, en Temuco, ganó el Cacique por 2-1 con goles de Marcos Bolados y Javier Parraguez. En el Bicentenario Germán Becker asistieron 12.259 espectadores. Dentro de las medidas de seguridad aplicadas en ese momento, destacó la aparición de los denominados Robocop (miembros de seguridad privada con mayor formación, preparación y de mayor contextura).
¿Qué pasará con la recaudación?
Un ítem no menor, sobre todo para los clubes, dice relación con lo que sucederá con el borderó de las finales. Cabe recordar que la Supercopa es organizada por la ANFP. Las Bases de la edición 2024 da luces al respecto, en su Artículo 35.
“El régimen económico de la Supercopa contempla la siguiente distribución de premios, las que se determinarán una vez descontado de los ingresos del partido, según se especifica en el inciso siguiente, todos los gastos en que incurran, tanto los clubes participantes para su logística, así como la organización del mismo para la realización del mismo, tales como arriendo de estadio, seguridad, traslados, pago de servicios contratados, etc. Los premios a repartir corresponderá a la utilidad del partido, entregando un 50% de las mismas para el equipo ganador, un 30% para el perdedor”, indica.
“Serán considerados como ingresos del partido aquellos provenientes del borderó y de la venta de publicidad”, se agrega. Pero como en el caso de la edición 2025 será a doble partido, lo anterior debiese presentar cambios.