Desde realizar la arenga por petición de Gary Medel hasta marcar un gol: la noche mágica en que Diego Valdés se reconcilió con la Roja
El volante del América de México abrió el triunfo de la Selección sobre Perú. Sin embargo, su importancia en el equipo de Eduardo Berizzo había empezado a manifestarse varios días antes en Juan Pinto Durán. En el Monumental, el volante asumió protagonismo mucho antes de que el balón comenzara a rodar. Y lo ratificó cuando la Selección más lo necesitaba.
A Gary Medel le sorprende la mención de El Deportivo para un momento especial que se vivió en la antesala del encuentro entre Chile y Perú. El Pitbull sonríe, pero termina admitiéndolo. “¿Cómo se enteraron?”, inquiere. Luego valida la información: en la antesala del choque entre las escuadras de Eduardo Berizzo y Juan Reynoso, en pleno vestuario del local del estadio Monumental, se habían modificado los planes. El encargado de realizar la arenga previa al choque ante los incaicos no había sido el oriundo de Conchalí, como capitán del equipo. El propio volante del Vasco da Gama había optado por ceder la responsabilidad y, finalmente, el honor.
El encargado de hablarles a sus compañeros fue Diego Valdés (29 años). El volante del América de México cargaría sobre sus hombros la responsabilidad de generar el juego ofensivo que, teóricamente, debían aprovechar Alexis Sánchez y Ben Brereton, aunque quizás la más significativa era la de darle peso a una zona en la que no estaban los líderes naturales: Charles Aránguiz y Arturo Vidal. El jugador formado en Audax Italiano tuvo que sacar la voz en el camarín y, lo más importante, lo hizo después en el campo de juego: anotó el gol que abrió la victoria ante el equipo del Rímac, cuando en Macul comenzaba a crecer la inquietud: habían transcurrido 74′ y el marcador no se movía en un duelo en que la victoria aparecía como una obligación para comenzar a construir el camino hacia el Mundial que Estados Unidos, México y Canadá organizarán en 2026.
Felicidad
Valdés cumplió su mejor actuación con la Roja, al menos considerando los encuentros de más alto nivel competitivo. O la más trascendente. Este año había destacado en el amistoso frente a República Dominicana, pero se diluyó considerablemente en el siguiente, frente a Bolivia. Y en el inicio de las Eliminatorias, ante Uruguay y Colombia, no había escapado a la mediocridad e inestabilidad generalizada. Al final del encuentro estaba, naturalmente, feliz. “Trabajé mucho para esto. Me preparo al máximo. Sabía que tendría un partido así”, declaró a Chilevisión, como si estuviera saboreando una revancha que buscó por largo tiempo. “Esto nos faltaba, ganar, para entregarle una alegría a la gente que se lo merece. En mi anotación entré en el segundo palo, que es lo que me piden en la semana”, amplió. “El segundo gol nos tranquilizó a todos y le dio más alegría a al gente. Debemos prepararnos bien, Venezuela es complicado. La gente que nos siga apoyando, nos entrenamos para darle una alegría a la gente”, concluyó.
La alegría se extendió a sus compañeros, que no solo resaltaron la importancia de los tres puntos que se habían conseguido en el choque ante el equipo de Juan Reynoso. También hubo menciones específicas a la actuación de Valdés. “Diego es un jugador súper importante. Por eso le dimos la chance de hablar, de comprometerse con el equipo” terminó reconociéndole Medel a El Deportivo, a propósito del rito inicial. La concesión, en efecto, es mucho más amplia: entre los líderes históricos del equipo se instaló la convicción de que el volante puede tomar transformarse en uno de los nuevos referentes. Los diálogos con él son frecuentes.
Gabriel Suazo fue, también, enfático en el reconocimiento hacia el mediocampista. “Estoy muy feliz por Diego. Es una tremenda persona y se lo ‘recontra’ merece. En lo que más ha crecido este grupo ha sido en lo humano. Hay una muy linda unión”, resaltó el lateral del Toulouse a El Deportivo.
A nivel directivo también le han transmitido la importancia que tiene. En ese contexto, por ejemplo, el gerente de Selecciones, Rodrigo Robles, es uno de los que mantiene una comunicación más cercana con el mediocampista.
El líder silencioso
En la convivencia interna de la Roja destacan el valor de Valdés. De hecho, separan la percepción interna de la que el mediocampista genera en el ámbito público. Si los hinchas le suelen atribuir escaso protagonismo y carácter, quienes forman parte del combinado nacional advierten que la descripción es, cuando menos, errada. “Diego es mucho más temperamental de lo que se cree o, quizás, proyecta. En el grupo se le escucha bastante”, sostiene un conocedor del plantel. Y amplía: “Es un gran motivador, sobre todo de los más jóvenes. A ellos les habla mucho, para hacerles sentir importantes, considerando que son la esperanza del recambio”.
En el cuerpo técnico, de hecho, la percepción es similar a la de los jugadores. Pese a los vaivenes que ha mostrado en los partidos en los que le ha tenido a cargo, Berizzo sigue confiando ciegamente en las condiciones del volante: concibe que la alta consideración que recibe en el fútbol mexicano, donde la renovación del contrato que firmó hace unos meses le transformó en el jugador mejor pagado del América, el club más importante del país azteca, no puede ser gratuita ni injustificada. El técnico le sacó del campo de juego en los 89′, probablemente con la intención de que recibiera la sonora ovación que bajó desde todos los sectores del recinto albo. Acertó doblemente, porque su reemplazante, Marcelino Núñez, cerró la victoria nacional.
El otro respaldo para Valdés lo aportan las estadísticas. Según MisterChip, el volante ha convertido en cinco encuentros oficiales consecutivos para la Selección, en los que consiguió seis goles. Eso sí, antes de marcarle a la escuadra peruana, la última anotación la había conseguido en el amistoso ante Polonia en 2018. Por eso, quizás, el gol que consiguió ante los incaicos puede funcionar como un ‘ayudamemoria’ para quienes se habían olvidado de su aporte.
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