Uruguay se impuso a Egipto por la cuenta mínima en el debut de ambos equipos en la Copa del Mundo. Sudamericanos y africanos ofrecieron un buen espectáculo en Ekaterimburgo, y el resultado terminó inclinándose en favor de los charrúas gracias al gol de José María Giménez, de cabeza, en el minuto 89.

Fue un duelo áspero. De mucha fricción y con muchas precauciones defensivas de ambas escuadras. Hubo pocos espacios y escasas ocasiones. Y el trámite, marcado por un sinfín de errores de funcionamiento y elaboración de ambas partes, se centró en la disputa en la zona media.

En el equipo uruguayo, Luis Suárez no tuvo una buena actuación. El delantero del Barcelona está llamado a ser la figura de la Celeste, sin embargo en el primer compromiso de la cita planetaria junto a los suyos no tuvo su jornada más lúcida. Durante todo el encuentro, el ariete se vio ofuscado e impreciso, y tuvo muchas complicaciones con la férrea marca de los egipcios, quienes lo aislaron, por lo que registro escaso contacto con la pelota. Además, tampoco contó con buenos socios ya que, salvo Edinson Cavani, el resto de los que actuaron no estuvieron a la altura.

Tuvo opciones, pese a todo, pero desperdició tres ocasiones claras para anotar. Primero, desviando increíblemente un rebote que le cayó tras un tiro de esquina, sobre el final del primer tiempo. Después, un mano a mano bien contenido por el meta Mohamed El Shenawy, al inicio del complemento y, cuando se disputaba el minuto 72, otro frente a frente con el meta en el que demoró demasiado la definición y terminó rematando a las manos del arquero.

De ahí en más se fue del partido. Siguió peleándose con los defensores norafricanos, gesticulando airadamente ante cada pelota perdida o pase mal entregado y, en definitiva, lejos del protagonismo que siempre se espera de él.

Fue un estreno amargo para el delantero, que igual saca cuentas alegres por el gol postrero que le dio tres puntos a su escuadra, pero con mucho que corregir en la individualidad.

Tendrá una nueva oportunidad para anotar y destacar de acuerdo a las expectativas el próximo miércoles, frente a al débil Arabia Saudita, en la segunda jornada de competencias del grupo A. Y, a la luz del nivel que mostraron los de Pizzi, el duelo surge ideal para el despertar de Suárez.