El día en que Arturo Vidal estuvo a una firma del Real Madrid

Hace tres años y un mes, Arturo Vidal estaba a punto de llegar a un gigante del fútbol español. No al Barcelona, como ahora, sino al archirrival, el Real Madrid. El Rey, entonces figura de la Juventus y de la Selección, ya tenía un acuerdo con los merengues, quienes iban a enviar a una delegación para sellar el pacto en Santiago.

Por esos días, el volante ayudaba a que la Selección que dirigía Jorge Sampaoli que conquistara la Copa América. De hecho, los veedores madridistas aparecerían en el Estadio Nacional para verlo en acción en la final de torneo continental, frente a Argentina. Futbolísticamente, en todo caso, no había dudas. El técnico Rafael Benítez, quien había reemplazado a Carlo Ancelotti, lo había puesto como prioridad en su listado de fichajes.

Sin embargo, su presente también estaba manchado por el accidente automovilístico que había protagonizado días antes, el 17 de junio, conduciendo en estado de ebriedad, cuando retornaba desde el casino Monticello. El día que rompió su Ferrari, una imagen que dio vuelta al mundo y que, inevitablemente, llegó a ojos de la dirigencia merengue. De hecho, para sellar el pacto, que se había estipulado en cinco años, le exigió al jugador, a través de su agente, Fernando Felicevich, que llegara con su situación judicial aclarada.

Finalmente, el Madrid desistió de ficharlo y Vidal terminó jugando en el Bayern Múnich. Sin embargo, en Europa, y sobre todo en España, la historia se siguió escribiendo. De hecho, dos semanas después, Marca, uno de los sitios especializados que más cobertura le dedica a la entidad hispana, confirmó que el Rey estuvo a un paso de la Casa Blanca. "Encajaba perfectamente en el perfil de centrocampista con jerarquía que se buscaba", describía la nota.

Por contrapartida, aportaba el dato clave para que la transferencia se frustrara. "Sin embargo, el chileno nunca ha conseguido superar la barrera del otro informe. Su vida fuera del terreno de juego pesa como una losa en su contra", añade. Y concluye: "Demasiadas turbulencias en su vida privada como para afrontar una operación de semejante calibre. El Madrid siempre ha buscado un equilibrio y la balanza con Arturo Vidal se desequilibraba de manera alarmante. Las virtudes futbolísticas del medio de la Juve no lograban eclipsar la alarma que generaba su vida alocada, desordenada y poco saludable para un deportista de élite".