Los clásicos son distintos. Los envuelve otro ambiente. Por mucho que el fútbol chileno no pase por su minuto más luminoso, cuando se cruzan los archirrivales es especial. Este sábado, Universidad de Chile y Colo Colo tienen una nueva oportunidad para refrendar el estatus que tiene el enfrentamiento entre los elencos más populares del país, que a la vez acarrea una innegable y larguísima disparidad por la hegemonía que ha constituido el Cacique por sobre la U. Desde 2013 que los azules no se imponen a los albos.
El estadio Santa Laura, la centenaria Catedral del fútbol criollo, recibe la versión 194 del Superclásico. Será la cuarta ocasión en la que el reducto de Unión Española acoge el duelo, en la máxima categoría. La última vez fue un 18 de octubre de 1975, que terminó en triunfo de los azules por 1-0, con gol de Héctor Pinto. Además de la disparidad de las estadísticas, los equipos llegan a este partido con momentos distintos.
La segunda rueda ha sido un martirio para Universidad de Chile. Luego de vencer a Huachipato, por la fecha 16, comenzó la debacle. Van seis partidos consecutivos sin ganar (cinco derrotas y un empate), con 14 goles en contra en estos juegos. La fortaleza defensiva que había armado Mauricio Pellegrino, y que se notó en la primera mitad del campeonato, se desmoronó. De ilusionarse con la pelea por el título, el elenco de Michael Clark pasó sin anestesia a rasguñar un lugar en las copas (y de reojo, mirando con cautela lo que pasa más abajo).
Por lo mismo, el DT argentino se juega el puesto. Una derrota con Colo Colo puede significar el final de su etapa en el club, considerando que después viene un receso. Pellegrino dispondrá de Cristopher Toselli en el arco, aunque lamenta la partida de Darío Osorio a Dinamarca.
El Cacique tiene cuatro puntos más que los laicos. El equipo de Gustavo Quinteros está mejor perfilado si se trata de la pelea por la corona. Está en plena persecución a Cobresal, con dos partidos menos (Copiapó y Magallanes). Por lo tanto, ganarle al archirrival resulta fundamental para las aspiraciones de los blancos, proyectando que en la siguiente jornada, después de la interrupción a causa de las Eliminatorias y las Fiestas Patrias, deben recibir al líder nortino (sábado 23 de septiembre).
Colo Colo vuelve a poner en la mesa la hegemonía que ha ejercido sobre la U, una que lleva nada menos que un decenio. El elenco universitario no celebra en el Superclásico desde un lejano 5 de mayo de 2013, en el Estadio Nacional. Han pasado más de 3.700 días desde aquella jornada en Ñuñoa. Cuando la preparación para el juego no presentaba mayores alteraciones, se detonó la bomba en Pedrero: el acto de indisciplina de Jordhy Thompson y Damián Pizarro, que conllevó a que sean excluidos del partido. Los dos asomaban como titulares. ¿Quién será el 9 albo? Corre con ventaja Marcos Bolados.
Un detalle no menor para el partido es que vuelve el público de la U a los estadios. Luego de un castigo correspondiente a sus partidos en condición de local, tras los desmanes ocurridos en Concepción ante la UC, los simpatizantes azules retornan. Por consiguiente, el tema de la seguridad será tema durante el partido. Más cuando en la misma Santa Laura, en la noche del jueves, la barra de Unión Española tuvo un pleito con Carabineros en la galería Honorino Landa, interrumpiendo el choque ante la Católica.
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