Primer título para Claudio Bravo por el City. Primera alegría importante desde su llegada a Manchester. La jornada de ayer en Wembley será recordada como la más positiva desde que apostó por cambiar su consolidado momento en Barcelona por la incertidumbre de la Premier.
Hizo un buen partido el capitán de la Roja en la final de la Carabao Cup (Copa de la Liga). Tuvo una doble intervención notable comenzando el cotejo, habilitó a Agüero en la apertura de la cuenta y mostró seguridad, salvo en una salida en falso comenzando el complemento. Gran ambiente en el mítico Wembley y celebración con goleada incluida. En resumen, una jornada feliz para el chileno.
¿Qué viene ahora para Bravo? Por el City, muy poco. Nada, en realidad, de no mediar una lesión de Ederson. Relegado a la suplencia en la Premier y la Champions, la final cierra la participación del City en los dos torneos propiedad del arquero criollo (ya está eliminado de la FA Cup). Bravo deberá conformarse con ver desde la banca lo que resta de temporada. Muy poco para el seleccionado nacional, quien en mayo evaluará qué quiere hacer con su futuro cuando termine esta irregular temporada.
En Manchester, firmó por cuatro años. Le quedan dos. Si a los 34, la prioridad es lo económico, no hay mucho que discutir: aceptar la presencia de Ederson y jugar las copas de menor valía. Si la prioridad está en la cancha y el chileno quiere cerrar su extraordinaria carrera en Europa jugando, deberá evaluar nuevos horizontes.
En Inglaterra, nunca le perdonaron sacar del City a Joe Hart, titular de la selección e ídolo de la afición. El chileno contribuyó a ese lastre con irregulares presentaciones en su primer año.
Ése es ahora su dilema. De momento, con una sólida actuación, al menos ya celebró su primer título con la camiseta del City.