“Dibu” Martínez rescata al campeón (y a Messi): Argentina sufre y pasa por penales a semifinales de la Copa América

Emiliano Martínez fue clave en la tanda de penales para la clasificación argentina. FOTO: REUTERS

En su presentación más discreta y compleja en lo que va del torneo, la Albiceleste avanzó a la siguiente etapa superando a un duro Ecuador en la tanda desde los 12 pasos, tras el agónico empate alcanzado por La Tri. El portero del Aston Villa fue clave atajando dos lanzamientos, luego de que la Pulga fallara el suyo.



La Copa América de las sucesivas polémicas y de los reiterados yerros arbitrales (y del VAR) tiene a su primer semifinalista. Cuál otro más iba a ser. Argentina se instala entre los cuatro mejores del certamen continental. Ojo: fue con extrema dificultad. Abriendo las fases de eliminación directa, el campeón del mundo pasó el escollo de Ecuador en la tanda de penales (4-2), tras un agónico 1-1 en el NRG Stadium de Houston. De igual manera, avanzó refrendando el favoritismo que tiene en el lado del cuadro más “amigable” del certamen.

Fue mucho más difícil la faena para los transandinos, porque no reflejaron la supremacía con la que llegaron en la previa. Esa dificultad se puede explicar, como uno de los factores, que Lionel Messi jugó “a media máquina”. La Pulga volvió al equipo, tras su ausencia ante Perú, y se notó que no está al cien por ciento. No intervino mucho en el circuito ofensivo. Pero, a diferencia de otros tiempos, Argentina cuenta con otros elementos para suplir ese factor. Su compañero en ataque fue Lautaro Martínez, el goleador de la Copa con cuatro tantos. Para el complemento, lo reemplazó Julián Álvarez.

Argentinos y ecuatorianos tenían un antecedente muy fresco. Antes del certamen, en Norteamérica, jugaron un amistoso con victoria albiceleste por 1-0, en un duelo en el cual la presentación de La Tri fue baja y criticada, por el planteo de Félix Sánchez Bas, quien no salió desde el inicio con un centrodelantero. En apariencia, el DT español aprendió la lección y salió de otra manera, tanto en la estructura táctica como en la actitud. Los primeros 20 minutos de Ecuador fueron buenísimos.

El inicio tuvo a los argentinos moviendo la pelota pero con numerosos fallos (la cancha no era digna de un certamen importante, por lo demás). De a poco, la propuesta del combinado del Guayas sorprendió al rival: elaborando y atacando con velocidad, sobre todo por el lado izquierdo. Una de las variantes del extécnico de Qatar fue ubicar a Moisés Caicedo flotando detrás de Enner Valencia, el 9. La movilidad del volante “aturdió” a los argentinos, porque se las ingenió para llegar al ataque. De hecho, en los 6 minutos, tuvo una ocasión clara, pero falló de cara a Emiliano Martínez. No tuvo “alma de centrodelantero”.

La ilusión ecuatoriana iba al alza, porque le plantaban cara al favorito de todos. El punto es que no saber aprovechar esas ventanas ante rivales de envergadura cuesta caro. Y así le sucedió. Porque los pupilos de Lionel Scaloni reaccionaron y le fueron tomando la mano al partido. Mediante el balón detenido, dieron con el arco en su segunda aproximación al área. En los 35 minutos, un cabezazo de Lisandro Martínez pone el 1-0. Un córner al primer palo es pivoteado por Alexis Mac Allister y el zaguero del Manchester United aparece por el segundo poste para abrir la cuenta.

Con distancia, se trató del encuentro más incómodo y complejo que tuvo Argentina a lo largo del torneo. Si bien Canadá lo complicó por pasajes y Chile le cerró bien los espacios, Ecuador tuvo una intención ofensiva más clara y logró que el cotejo tuviese un trámite repartido. El problema del elenco del Guayas es que le faltó pegada; la puntada final para definir mejor las acciones.

En una Copa América llena de polémicas arbitrales, la designación de Andrés Matonte generó resquemores, porque el uruguayo le había dirigido a Argentina ante la Roja y su labor fue justificadamente criticada. El duelo no podía terminar con calma. En el segundo tiempo, Ecuador reclamó un supuesto penal por mano de Enzo Fernández, en una acción en la que Matonte no recurrió al VAR. Era, a lo menos, revisable. Después sucedió otra mano, pero ahora sí se sancionó.

Minuto 59 y se cobra penal para La Tri por brazo de Rodrigo De Paul. Era la ocasión ideal para empatar y meterse en el partido. Enner Valencia tomó la responsabilidad de ejecutar y falló. El delantero remató ajustado hacia la derecha del meta Martínez y el balón dio en un poste. El jugador, quien luego salió sustituido, no lo podía creer.

El penal perdido por Valencia. FOTO: REUTERS

Argentina no pasó a semifinales por un camino liso y perfecto. Debió adecuarse a las circunstancias del partido y ponerse el overol. Fue su presentación más discreta en EE.UU. De hecho, en el final llegó la igualdad. En los descuentos, un testazo de Kevin Rodríguez colocó el 1-1, para dotar a la definición de una altísima incertidumbre. A los penales.

Desde los 12 pasos, el salvador fue, otra vez, Emiliano Martínez. El provocador meta del Aston Villa tapó dos remates (a Mena y Minda), siendo fundamental para la clasificación de su país. Y salvó a Lionel Messi, porque el 10 falló su primer lanzamiento. La picó al estilo de Zinedine Zidane en la final del Mundial 2006 y el balón dio en el travesaño. El rictus del rosarino lo decía todo. Al final, la cuenta quedó 4-2 (el último fue anotado por Otamendi) y el campeón defensor sigue en carrera.

Su próximo rival será el ganador de Venezuela y Canadá, que se enfrentan este viernes (21.00 horas de Chile).

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