Fue tan merecido como extraño. Desde la octava fecha del campeonato que Universidad Católica lideró la tabla, ampliando hasta 13 puntos su ventaja con el escolta, que terminó siendo Colo Colo. La falta de dotación policial para resguardar los recintos deportivos, post estallido social, impidió la segura continuidad del torneo, por lo tanto el Consejo de Presidentes de la ANFP determinó concluirlo. Así, decretó campeón al elenco cruzado, el mejor equipo del año.

El lunes 2 de diciembre, en un San Carlos vacío, el plantel estudiantil recibió la copa de parte de la ANFP.