Universidad Católica domina sin contrapeso a nivel nacional. Los cruzados han obtenido las últimas dos coronas criollas y en las seis fechas que han transcurrido del actual Campeonato local nuevamente son líderes. Suman 16 puntos, que les permiten superar por uno a Curicó Unido. Sin embargo, en la Copa Libertadores el equipo de Las Condes partió sufriendo un duro remezón. El equipo que dirige Ariel Holan abrió su participación en el torneo continental con una contundente derrota frente a Internacional de Porto Alegre. Un 3-0 que no admite objeciones y que plantea una dicotomía: ¿Por qué la UC no es capaz de traducir la hegemonía local a la plataforma internacional".

El fenómeno no es nuevo. Desde 2011 que los estudiantiles no superan la fase de grupos en el torneo continental. En esa versión fueron eliminados en los cuartos de final. En la versiones de 2012, 2017 y 2019, el derrotero fue el mismo. El recuerdo de la campaña de 1993, en la que el equipo dirigido por Ignacio Prieto cayó en la final ante el poderoso Sao Paulo de Telé Santana aparece cada vez más lejano y difuso. Los cuartos de final en 1997 y 2011 son, en efecto, el tope de sus rendimiento en el certamen.

Las explicaciones son variadas. Van, naturalmente, desde las futbolísticas hasta las económicas. “Cuando ves los planteles, las diferencias físicas y económicas son importantes. Lo que invirtió Flamengo para ganar la Copa fue impresionante. En Chile, los equipos no se refuerzan a ese nivel. Acá, la Católica gana caminando, pero en las copas internacionales se necesita un plus. No es lo mismo que a nivel nacional. Los brasileños se refuerzan a nivel europeo y uno se preguntan cómo les pagan”, explica Rodrigo Barrera, integrante del plantel de la franja que definió la corona ante los paulistas.

Cuestión de definiciones

El mismo Chamuca apunta a la gran disyuntiva que deben enfrentar los clubes que se clasifican a los certámenes sudamericanos. “Hay que preguntarse si los clubes están dispuestos a invertir. Acá se invierte para una presentación digna, nada más. Para dar el salto, hay que hacer un trabajo, buscar sponsors, financiar algunas figuras. Nosotros teníamos a Sergio Vásquez. Y mientras jugué en la UC estuve con Reinoso, Almada, Lunari y seleccionados chilenos. Hoy no es lo mismo. Hoy en la Selección está el Chapa y no sé quién más.”, sostiene.

Otro histórico cruzado, el exarquero Marco Cornez, considera incluso variables externas. “Ha sido complicados los partidos internacionales. Es un poco por el nivel del fútbol chileno. Acá se ha jugado con bastante presión, el fútbol no ha estado normal, porque ha habido problemas con las barras, partidos que no terminan. El tema fundamental es que afuera es otro el ritmo, la exigencia, la motivación de los rivales. El Inter ya había eliminado a la U. Tiene el roce, sabe el nivel. Quizás la UC hasta se sorprendió con lo que se encontró”, sostiene.

No basta

Cornez y Barrera coinciden en que no basta con el nivel que pueda mostrarse en el torneo local para competir a nivel externo. Una conclusión que la UC sufrió en carne propia. “Holan tiene que haber pensado que el ritmo local le bastaba, con la presencia, pero afuera hay otra dinámica, otro juego, otra velocidad, otro ritmo”, apunta el exguardameta. El ex delantero se enfoca en la diferencia de inversión, para este caso, entre los cruzados y el Colorado. “Pasa, también, por ver si el club quiere y puede invertir. Y, ahora, incluso hay que fijarse en la situación del país. Quizás la economía chilena tampoco aguante invertir al nivel que lo hacen los brasileños tampoco”, teoriza Barrera.

Finalmente, el exportero repara en que el nivel de juego de la escuadra de San Carlos de Apoquindo tampoco era tan contundente como su producción numérica. “Con La Calera ya no se había visto una UC sólida. Se perdió un poco de confianza. Hay diferencia de jerarquía individual también. Y si uno mira hacia adentro, la sensación es la U y hasta hace poco era último. Católica hace rato que no puede ser sólido a nivel internacional. Lleva tres años y debería pensar en posibilidades mayores", sentencia.

La conclusión es, de todas formas, es que para sobresalir a nivel local, los cruzados tienen de sobra. “Pero para competir afuera, se necesitan algunos jugadores de jerarquía, como en su momento fueron Gorosito y Acosta. Y hoy no están”, refuerza Cornez.