Didier Deschamps: la mente brillante de Francia que luchará por igualar en lo más alto de la historia de los mundiales al brasileño Mario Zagallo
El adiestrador de los galos supo armar un equipo con varias ausencias y este domingo podría conseguir su tercera corona mundialista tras ya haber anotado la de Francia 1998, en su posición de jugador y capitán, y la de Rusia de 2018, ya como entrenador.
“¿Puede volver Karim Benzema para la final? ¡Siguiente pregunta!”. La última frase, la categórica respuesta, la pronunció Didier Deschamps. Y no podía ser otro, pues el director técnico de Francia es uno de los adiestradores con más carácter en Qatar.
A Deschamps no le tiembla la mano con nadie. Su voz se escucha en el camarín, sin importar la figura que se pare frente a él. Al capitán de Francia 1998, que compartía camarín con figuras como Zinedine Zidane, todos le respetan. Antes lo hizo Zizou y hoy lo hace Mbapppé. Su carrera como futbolista y técnico lo hacen ganarse el respeto de cualquiera. En su actual posición como estratega, que asumió hace casi 10 años, ya anota las semifinales en Brasil 2014, el título en 2018 y ahora va por el mismo trofeo en Qatar.
Sus hitos ya lo tienen en la historia del balompié. El ex futbolista es uno de las tres personas que ha levantado la Copa del Mundo como jugador (1998) y como entrenador (2018), algo que también consiguieron el brasileño Mario Zagallo (1958, 1962 y 1970) y el alemán Frank Beckembauer (1974 y 1990). En caso que Deschamps celebre frente a Argentina, el DT igualará a Zagallo con tres coronas en mundiales, repartidas como futbolista y entrenador. El sudamericano logró dos como jugador (1958 y 1962) y una como seleccionador (1970), pese a que el brasileño suma la de 1994, cuando era el ayudante de Carlos Alberto Parreira.
“No soy lo más importante aquí. El equipo es más importante que yo. Estoy orgulloso de ellos. Sabemos que tenemos la oportunidad de defender el título en la final”, dijo Deschamps, con ese carácter que lo tiene nuevamente en las puertas de la gloria.
Deschamps, desde que asumió Francia, ha hecho notar que tiene la última palabra. Tras ver como Benjamin Pavard discutía de mala manera en el debut, uno de los inamovibles en el equipo, que llegaba con el aval de ser campeón en Rusia, simplemente lo sacó sin titubear y puso en su lugar a Jules Koundé, quien ha sido todo un acierto en términos futbolísticos. Pavard nunca más jugó.
El estratega también ha logrado convivir con las lesiones que aquejaron al plantel en la previa al Mundial. Sufrió al momento de armar su oncena sin la lesionada estrella del Real Madrid, Karim Benzema, ni los campeones de Rusia 2018, N’Golo Kanté y Paul Pogba.
No fueron las únicas dolencias que enfrentó el estratega. El portero y figura del Milan, Mike Maignan, también se perdió la cita por una afección en su pantorrilla izquierda y días antes de viajar a la Copa del Mundo, Presnel Kimpembe no superó la tendinitis.
Y si la lista ya era larga, apenas debutaron ante Australia, perdió al lateral izquierdo Lucas Hernández a los nueve minutos. Pero eso no amilanó al ídolo del Olympique de Marsella. Es más, cuando los periodistas de su país insistían en que las bajas mermaban sus chances de repetir la hazaña de hace cuatro años. respondió: “¿Si seremos menos ambiciosos y perdimos la fuerza para llegar a la final? No lo creo. Pero si pudiéramos tener más comprensión por parte de los medios de comunicación, si pudieran darnos un poco más de margen, sería estupendo”,
Deschamps es el líder de un equipo que tiene a Kylian Mbappé entre sus figuras y ha sido capaz de mantenerlos enfocados en todo este tiempo. “Llevamos un mes juntos, nunca es fácil, pero aquí está; ha sido felicidad hasta ahora y mis jugadores han sido recompensados, al igual que todo el grupo”, soltó tras dejar en el camino a Marruecos.
Durante las últimas semanas, la desgracia nuevamente se cruzó en su camino y un extraño virus impidió que jugarán Dayot Upamecano y Adrien Rabiot ante los africanos. “Los hemos separado de los demás”, contó y añadió que “los jugadores han hecho muchos esfuerzos en el campo, y el sistema inmunitario sufre. Upamecano se sintió mal después del partido. Es algo que pasa cuando haces esfuerzos, el cuerpo se debilita. Vamos a tomar precauciones”.
Francia busca dar otro golpe. De la mano de Deschamps, el líder de un equipo lleno de estrellas, el cuadro europeo busca meterse en la historia grande del fútbol frente a la poderosa Argentina de Lionel Messi.
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