Por segunda vez en el año, un partido de Universidad Católica se ve opacado por hechos de violencia. Primero fue en San Carlos, en la segunda fecha frente a O'Higgins, y ahora, el domingo, en el clásico con Colo Colo, en el Monumental. En ambas ocasiones, Diego Buonanotte fue testigo directo y cercano de todo lo que ocurrió.

"Es raro, porque es segunda vez que nos pasa. La vez pasada fue en nuestra cancha, ahora en la de Colo Colo, sin hinchas visitantes, que era el temor de la ANFP y está claro que ahí no está el poroblema. Es una pena, aunque miedo no da. Lo que pasa es que es peligroso, porque uno va a hacer su trabajo y, aunque estamos de acuerdo con que la gente se manifieste y demuestre su descontento, esa no es la forma", dice a La Tercera el Enano.

La primera vez para Católica, los hechos, aunque graves, no trascendieron a la cancha. Muy distinto a lo que ocurrió en Macul, donde las bombas de estruendo hirieron a Nicolás Blandi, delantero del Cacique y compatriota del 18 de la UC.

"Las bombas se escucharon fuerte. Cuando Nicolás llegó a la orilla me acerqué a preguntarle cómo estaba, porque se sintió muy fuerte la explosión. Me dijo que estaba aturdido, que no le explotó en la cabeza, pero sí cerca y le saltaron algunas cositas que lo lastimaron un poco. Fue un momento desagradable para todos", añade el volante.

Y es que justamente, la integridad de los jugadores quedó evidentemente en riesgo. Lo más grave es que impensadamente la primera vez los victimarios fueron supuestos hinchas del equipo al que ese jugador defiende.

"Está claro que lo que sucedió fue grave, se puso en riesgo la salud de todos y lamentablemente le tocó a uno. Fue peligroso, se tienen que tomar medidas porque ya corre riesgo la vida de un jugador de fútbol y nosotros estamos trabajando como todos. Hay un límite", advierte el ex River.

La ola de hechos violentos, y en algunos casos delictuales, parece no tener freno. Ni autoridades gubernamental ni el fútbol mismo han sido capaces de ponerle un alto. Porque ya varios partidos han sido protagonistas más por lo que ocurre sin pelota que con ella.

"Es difícil poder mantenerse totalmente enfocado. El domingo fue totalmente distinto a lo que pasó en San Carlos (fecha 2), porque aunque ahora no estaban nuestros hijos, uno también se preocupa. Porque estando en la banca uno ve a la gente de afuera, ve niños... el fútbol siempre fue un espectáculo para la familia y de esta forma no se puede disfrutar", dice con seguridad Buonanotte.

Y aunque el mediocampista sabe que así se hace más difícil jugar, sí tiene clara su postura en torno al desarrollo de la actividad: "El fútbol tiene que seguir con las medidas necesarias. Pienso por mí, por lo que piensa mi equipo, el club, y creemos que esto se puede seguir, tomando los recaudos necesarios que ayuden al fútbol y al país".

Cuando el clásico se detuvo por los hechos de violencia, la UC ganaba con claridad por 0-2 a los 71 minutos. "No tiene mucho sentido jugar lo que falta. Hay quienes tienen que tomar esas decisiones y como futbolistas tenemos que estar preparados. Si se juega, se juega. Pero faltando 19 minutos, como se estaba dando el partido, viendo de dónde lanzaron las cosas, creo que puede terminarse así", cierra el Enano.