Diego López (47) divide su carrera en su pasado como jugador y ahora como técnico. En la cancha, como defensor central, y símbolo del Cagliari, equipo que defendió por 12 años, en el que incluso lució la jineta de capitán, no acostumbró a dar entrevistas. Solo lo hacía cuando el equipo andaba mal. Tampoco tenía tatuajes.
Hoy, como técnico de Universidad de Chile, asegura estar poniéndose al día con las entrevistas que siempre esquivó. También tiene varios tatuajes. El nombre de sus tres hijas y la insignia del Cagliari, el equipo de sus amores, son algunos de ellos. También varias leyendas. “Hay que dejar lo bueno para ir por lo grandioso”, está grabado en el brazo derecho.
Hace menos de dos años fue campeón como DT en Peñarol y hoy lucha por no descender...
Son situaciones distintas, pero en dos equipos grandes. Pero este equipo va a salir. En un principio, dijimos que pelear el campeonato era difícil por la situación. Nosotros, en Peñarol, tuvimos la suerte de agarrar un equipo que venía de ser campeón, que sabía lo que era ser campeón. Pero son planteles distintos. Acá tenemos un plantel con mucho poderío de jóvenes, con gran potencial, pero que tienen que crecer. Los grandes están ayudando. En el vestuario, por ejemplo, están los jugadores grandes, porque yo no entro. En estos momentos estamos en una situación incómoda, pero soy optimista de que vamos a salir.
¿Por qué no entra al vestuario?
Porque cuando era futbolista no me gustaba que el técnico entrara al vestuario. Es algo personal. En los partidos, sí. Pero acá en el CDA no he entrado nunca. Las charlas las hago en la sala de prensa, o en la de videos.
¿Se siente más presión arriba o abajo de la tabla?
La presión la tienes siempre. En Italia, con el Cagliari, peleamos el descenso. Se peleó hasta el último. Jugando para campeonar, cuando estás arriba, son partidos que también sabes que no puedes errar, pero hay momentos que te das cuenta que el equipo está para campeonato y la confianza te ayuda. La situación ahora es otra y yo se los dije a los jugadores en estos días, que era importante mirar la realidad, que la tabla no miente. Saber dónde estamos parados.
La U lleva cuatro años peleando el descenso. ¿No se transformó ya en una costumbre del equipo?
Lo que tenemos que hacer es cambiar la mentalidad y tratar de jugar para ganar. Acostumbrarnos a jugar para ganar, porque este equipo tiene que ganar. No es fácil cambiarlo en dos meses.
¿Se encontró con un plantel derrotado?
No, nos encontramos con un plantel que tiene muchas ganas. Yo me esperaba un vestuario más alicaído, más cabizbajo. Nos encontramos con un camarín fuerte, con ganas de revertir la situación. Sabemos que hay que mejorar rápido para salir de una situación incómoda.
Problemas con la localía, con los hinchas...¿Se imaginó tanto caos antes de asumir en la U?
Es una situación que conocía bastante. Yo sabía que me iba a encontrar con dificultades como la de los resultados, porque armar un equipo te lleva tiempo. Yo me apronté a tener problemas. En los equipos grandes los problemas siempre se magnifican. Sabíamos las dificultades que encontraríamos, las canchas, no saber dónde vas a jugar.
¿Influye en el rendimiento el hecho de no tener un estadio?
No. Nosotros tratamos de que los jugadores se centren en el trabajo de la cancha. Les dije a los jugadores que nosotros podemos arreglar muchas cosas en el club con resultados.
¿Esta U juega como usted quiere?
Los últimos partidos me ha gustado mucho la forma en la que tratan de interpretar los jugadores la idea, pero cuando uno habla de la idea no es solo atacar, sino cómo se está defendiendo. Si uno ve el último partido, Unión Española tuvo una oportunidad muy clara con Piñeiro de cabeza y las otras fueron todas de pelota quieta. El equipo defensivamente ha mejorado. Nos falta la definición, pero no solo los atacantes.
Contra Colo Colo y Unión Española se vio un equipo muy intenso al comienzo, pero que decayó en la segunda parte. ¿Recibió a un plantel mermado en lo físico?
No, para nada. En el clásico nosotros tuvimos una carga emocional muy alta, muy grande. Eso afectó. No solo cuando Colo Colo hizo el gol, sino que siento que bajamos un poco antes. Pero si miras los últimos cinco minutos contra Unión Española tuvo una chance Chorri Palacios, que se resbaló, entre otras. Fue un partido mucho más completo que con Colo Colo. Físicamente, no, no creo que vaya por ahí.
¿Hubo un shock emocional en el duelo ante Colo Colo?
Fue una carga anímica superior a nosotros.
¿A qué se refiere?
A que era un partido que hace mucho tiempo que se venía hablando, porque es un clásico, porque eran 9 años que no se ganaba. Fue una carga emocional muy alta. El primer tiempo fuimos muy agresivos. Ganamos todas las pelotas divididas, se presionó arriba, se hizo un desgaste superior. En el segundo tiempo nos afectó el gol, pero antes del gol bajamos un poco la intensidad. No sé, capaz que se juntaron muchas cosas, pero la carga fue muy alta.
Frank Kudelka, extécnico azul, acusó que la U sentía pánico escénico cuando se enfrentaba a Colo Colo. ¿Lo percibió?
¿Quién lo dijo?
Frank Kudelka, argentino, extécnico de la U.
No, no sé. No lo conozco. Si hubiésemos tenido un pánico escénico, te aseguro que ese gran primer tiempo no lo hacíamos. Si la U hubiese sentido ese pánico escénico que decía él, la U no hubiese presionado de esa manera. Hubiésemos jugado a defendernos. Chorri presionó muchas veces e incluso uno de los goles sale de una de sus recuperaciones. Si es un equipo que tiene miedo, no sale de esa forma.
¿La suplencia de Palacios en el último duelo fue por el penal fallado ante Colo Colo?
No, absolutamente no. Nosotros buscamos alternativas con Jeisson Vargas por sus características distintas. Fue un cambio táctico, no por errar el penal.
A esta altura, ¿importa la forma o hay que ganar como sea?
Si ganamos jugando mal, está bien igual. Hay veces que hay que ganar. Puede ser que jugando mal ganamos y son tres puntos igual.
¿Qué objetivos le puso la dirigencia al firmar en la U?
Nunca hablamos de ganar un campeonato. Pero sí de terminar en la otra parte de la tabla y buscar las copas internacionales.
¿No le teme al descenso?
Todos le tememos a cosas y nosotros estamos ahí. Uno no piensa en eso, pero la tabla no miente. Lo tenemos presente. Tenemos que mejorar con puntos y saber que con lo que hemos hecho hasta ahora no ha alcanzado.
Usted dice que evaluó todas las variables antes de venir a la U. ¿No pensó que llegaba a un equipo que podía descender?
Nosotros nunca pensamos en descender. Nosotros pensamos en mejorar y llevar al equipo del otro lado. Pero tenemos que ver la realidad. Hay que ser conscientes de dónde estamos y trabajar más aún.
¿Con cuántos puntos se salva la U?
No, no he sacado ese cálculo. El otro día no se ganó, pero estuvo ahí. Tenemos que pensar en el rival y sumar de a tres.
Ha dicho que cuando los jugadores dejan de ganar, dejan de creer. ¿Teme que le pase?
Este equipo está creyendo en un momento en que no está ganando. No estamos ganando, no estamos obteniendo los tres puntos, pero el equipo sigue creciendo. No es que ellos no crean en lo que están haciendo. Al contrario. Sabemos que es mucho más fácil creer cuando ganas. Este equipo está creyendo y no está obteniendo lo que se merece.
¿Cree de igual forma en un juvenil que en un futbolista con experiencia?
En los equipos en que hemos estado hemos hecho jugar a jóvenes en el lugar de grandes, porque la cancha habla claro y dice quién tiene que jugar. No le miramos la edad, miramos lo que te da en la cancha. Creemos que el jugador que hace todas las inferiores en un equipo grande tiene la ventaja de saber lo que es el equipo grande, la presión que tiene.
¿No le da miedo quemar a los juveniles por la situación del club?
Hemos tenido jugadores que no estaban preparados y la gente los pedía. Nosotros tratamos de no quemar, porque con la experiencia de uno sabe cuando un jugador no está preparado. Si un jugador no está preparado y lo ponemos porque la gente lo pide, creo que estamos haciendo un daño. Hay que tener mucho cuidado.
¿Cómo se da cuenta de que un juvenil está preparado?
Te das cuenta en los entrenamientos. Después, en los partidos, te hacen las mismas cosas que en los entrenamientos. Son pequeñas cosas que te dicen que está listo.
¿Por qué Ronnie Fernández es el capitán de la U?
Lo hablamos con el capitán, que es Felipe Seymour. La idea era un jugador grande, porque si bien es cierto que Ronnie no tiene pasado en el club, influye y ayuda a los jóvenes. Está arriba en todo momento. Es un jugador que tiene carácter, que me gusta a mí, a la gerencia deportiva, a la dirigencia, a todos.
En su llegada tuvo que lidiar con la partida de Galíndez. ¿Le dijo que no sería titular?
Lo que yo hablé con Galíndez queda entre nosotros. La situación era un poco particular. Ya ni me acuerdo. Lo separamos un poco por la situación, preferimos que no estuviera, por lo que estaba viviendo. Después salió lo de Aucas.
¿Está conforme con los refuerzos?
Vinieron tres jugadores, dos de los cuales fueron elegidos en conjunto. El arquero era una posición especial y particular, porque sabía que no iba a jugar. Dimos unas características que para nosotros hubiese sido lo ideal, pero el mercado no llegó a lo que nosotros pensábamos. Es un chico que está trabajando bien, pero Parra sabía que teníamos un titular. Lo dije siempre. Lo que sí insistimos siempre era que había que traer gente de calidad. Ahora Nery (Domínguez) no está jugando porque se lastimó, pero junto a Emmanuel Ojeda llegaron para jugar.
¿Usted o el presidente Michael Clark elige los refuerzos?
Elegimos en conjunto.
Pero usted dijo que quería un portero de experiencia y le trajeron a Martín Parra, de 22 años...
Sí, pero ya te dije... Mis pedidos eran de otras características, porque ya teníamos dos arqueros jóvenes. Pero también te expliqué que el mercado muchas veces lleva a esas cosas. Lo que hicimos, lo hicimos en conjunto. Y también te dije que era un puesto particular, porque el que viniese no va a jugar. El titular es Campos.
¿Si Martín Parra entrena de manera espectacular no tiene ninguna chance de ser titular?
El titular es Campos. Los jugadores de cancha es más fácil, se pueden cambiar. En el arco, eso no pasa. Por cómo yo veo el fútbol, el arquero tiene que estar definido.
¿No cree que Campos se puede relajar al saber que será titular pase lo que pase?
Puede pasar. Pero si se relaja, quizás la chance la tiene el otro. Un jugador como Campos es difícil que se vaya a relajar.
¿Cómo es su relación con Clark?
Es una relación buena, nos vemos casi todos los miércoles. El presidente está. Obviamente que veo mucho más al director deportivo, pero al presidente lo vemos. Tenemos una buena relación.