Universidad Católica vence por 1-0 a Atlético Nacional en San Carlos de Apoquindo, por la última fecha del Grupo F de la Copa Libertadores. La diferencia es mínima y los colombianos adelantan sus líneas para intentar lograr la paridad. De llegar el empate, los cruzados quedan fuera de los octavos de final del certamen. Nacional se impone también por el mismo marcador a Argentinos Juniors, por lo que necesitan evitarlo a toda costa.
Hasta que aparece el gol de la tranquilidad. Un pelotazo largo encuentra a Clemente Montes, quien habilita a Diego Valencia, dejándolo mano a mano frente al meta Aldair Quintana. El joven ariete aprovecha su ocasión. Saca un remate vehemente que hace que la pelota pase entre las piernas del arquero hasta besar el fondo de la red. 2-0 y todos se dirigen a abrazarlo. La clasificación parece un hecho. Y aquello se confirma con el silbato final.
Otra noche notable del Pollo en Las Condes, quien batalló cada balón hasta el final. No le fue sencillo, ningún duelo en la Copa lo es. Pero se las ingenió para ser importante en el club en el que se formó, aportando el tanto, que le permitió a su escuadra ampliar la ventaja y, a la postre, quedarse con la clasificación a la siguiente fase del torneo, algo que no conseguía hace 10 años.
Luego del triunfo, Valencia expresó su alegría por la clasificación y su buen momento: “Todos en el equipo somos importante, se nos destaca a los delanteros por influir en el marcador, pero el trabajo del equipo ha sido extraordinario en todos los partidos, y fue lo que a la larga nos ayudó a clasificar. Sobre la confianza es positivo no sólo para mí, también para mis compañeros”.
“El hecho de estar jugando permanentemente me ayuda en la confianza, siempre voy a estar a disposición del DT para jugar donde me necesite. Si cree que lo haré bien, yo feliz”, complementó.
Los mismos goles que Zampedri
El buen nivel del nacido en La Serena, eso sí, ya no es casualidad, por más que en 2020, cuando los precordilleranos estaban a cargo del argentino Ariel Holan, haya sido uno de los más criticados por su desempeño. Aunque es Fernando Zampedri quien generalmente cumple la función de delantero centro, ha respondido a gran nivel ante su ausencia. Incluso, ya igualó las conquistas del Toro, suspendido por acumulación de amarillas frente a los cafeteros, en la presente temporada.
El transandino, máximo artillero de la última liga nacional, acumula cinco conquistas, dos en la Libertadores, tres en el Torneo Nacional y una en la Supercopa. Mientras que el joven ariete suma seis en total, con cuatro en el certamen local y dos en el torneo continental, frente a Nacional y los colombianos. Las últimas actuaciones de Valencia le generan un positivo dolor de cabeza a Poyet, quien ya sabe que cuenta con dos nombres que son efectivos frente al arco rival. Lo mejor para el estratega es que ambos ya saben de jugar juntos, siendo Valencia quien se carga por alguna de las dos bandas.
El Pollo no solo ha mostrado eficacia al momento de marcar, sino que también cuando se trata de habilitar a sus compañeros. No en cantidad, pero en un festejo que terminó siendo crucial para que la UC se instalara en octavos del certamen internacional. Fue ante Argentinos Juniors, con un pivoteo que concluyó con el 0-1 definitivo de Zampedri. Una celebración clave para el paso a la siguiente ronda.
Así, Valencia, una de las caras de la renovación del fútbol chileno, se ha convertido en un elemento trascendental en el equipo del adiestrador Poyet. El hombre que le dio el oro a Chile en Juegos Sudamericanos de Cochabamba 2018, tras marcarle a Uruguay el único gol de la final, sigue respondiendo con anotaciones en la escuadra que dirige el DT cruzado. Y, poco a poco, comienza a llamar la atención en la selección chilena de Martín Lasarte. Por sus números, no sería sorpresa verlo en una próxima nómina.