Diez momentos estelares de la historia de la UC

Este 21 de abril, Universidad Católica cumple 83 años. Se trata de una institución deportiva de las más relevantes del país, cuya rama de fútbol ha gozado de su etapa más exitosa en el último tiempo. En un día especial, acá compactamos diez momentos estelares dentro de la historia cruzada, donde los títulos tienen (por razones obvias) un lugar especial y notorio.

En 1949 fue la primera vez en que la UC ganó un torneo nacional. Pasaron 67 años para que el cuadro de la franja sea bicampeón del campeonato local, hito que alcanzó el plantel de Mario Salas. La final de la Copa Libertadores, un título internacional ganado en casa, un ariete que hizo siete goles en un partido y un referente de la cantera que atajó un penal son parte de este resumen.

En 1949, con Alberto Buccicardi en la banca, Universidad Católica alcanzó su primer título de Primera División. Habían remecido el mercado con la contratación de José Manuel Moreno. El Charro es considerado como uno de los mejores extranjeros que han pasado por el fútbol criollo. Liderados por Moreno y Sergio Roberto Livingstone, el 27 de noviembre de aquel año vencen a Audax Italiano en el Estadio Nacional, en la penúltima fecha, para consagrarse. Anotaron Fernando Riera y Raimundo Infante.

La única final de Copa Libertadores que tiene el club fue en 1993, enfrentando al poderoso Sao Paulo. El equipo de Ignacio Prieto había dejado en el camino en semifinales a América de Cali, en una definición infartante, empatando en Colombia y Óscar Wirth atajando un penal en el epílogo. La final de ida fue una goleada de 5-1 para los paulistas, encarrilando la serie. La vuelta fue el 26 de mayo, en el Nacional. La UC ganó 2-0, con tantos de Ricardo Lunari y Juan Carlos Almada. Pese a que los goles fueron antes del primer cuarto de hora, el marcador no se movió más y los brasileños celebraron. Fue cuando la UC estuvo más cerca del olimpo continental.

Una marca que aún permanece inalterable. El 21 de noviembre de 1993 se logró un récord histórico para el fútbol nacional, porque Luka Tudor anotó nada menos que siete goles en un mismo partido. Fue en la victoria de 8-3 de Católica sobre Deportes Antofagasta. El más perjudicado fue el golero Marco Cornez, quien encajó las anotaciones. Y también quedó en la historia.

La Copa Interamericana de 1994 es el exclusivo torneo continental logrado por la UC en su historia, luego de superar al Saprissa. Luego de que en la ida, disputada en Costa Rica, ganara el elenco tico por 3-1, el plantel de Manuel Pellegrini debía darlo vuelta en San Carlos de Apoquindo. Los cruzados se impusieron por 3-1, por lo tanto se fueron al alargue y los nacionales metieron dos tantos más para quedarse con el trofeo. Ese equipo tenía a Patricio Toledo, Raimundo Tupper, Sergio Vázquez, Miguel Ardiman, Andrés Romero, Mario Lepe, Nelson Parraguez, Jorge Vázquez, Néstor Gorosito, Rodrigo Barrera y Alberto Federico Acosta.

Para los hinchas del club franjeado debe ser una de las coronas más regalonas, luego de una espera de 10 años. La séptima llegó en el Torneo de Apertura 1997, en una cerrada lucha con Colo Colo. El equipo de Fernando Carvallo perdió la final de ida por 1-0 en el Monumental, por lo tanto la exigencia era darlo vuelta en el Nacional, donde la UC fue local. El 10 de julio, los cruzados superaron claramente a los albos, con tantos de Alberto Acosta, David Bisconti y Ricardo Lunari. Además, en ese plantel resaltaban Nelson Tapia, Caté, Javier Margas, Jaime Pizarro, Mario Lepe, Nelson Parraguez, Alejandro Osorio y Luis Pérez.

Ya inmersos bajo el sistema de los playoffs, Universidad Católica jugó las dos finales del año 2002. En ambos torneos eliminó a la U en semifinales. El Torneo de Apertura lo definió ante Rangers de Talca. La definición de ida terminó igualada 1-1, mientras que la vuelta fue en un San Carlos de Apoquindo abarrotado. A la larga, fue la primera vez que la UC pudo celebrar un título nacional en su casa. La vuelta fue una goleada de 4-0. La base del equipo campeón de Juvenal Olmos era con Johnny Walker, Cristián Álvarez, Pablo Lenci, Miguel Ramírez, Patricio Ormazábal, Mauricio Segovia, Jorge Acuña, Jorge Campos, Milovan Mirosevic, Arturo Norambuena y Daniel Pérez.

El 12 de octubre de 2002 se jugó una nueva versión del clásico universitario, en el Estadio Nacional. En la fase regular del Torneo de Clausura, una jugada determinó el partido: Cristián Álvarez derriba a Mauricio Pinilla en el área, quien al caer golpeó al arquero Johnny Walker, dejándolo inconsciente. Como la UC ya no tenía más cambios, Álvarez se tuvo que poner al arco y enfrentar a Pedro González, quien fue el encargado de ejecutar el tiro. El improvisado arquero le contuvo el lanzamiento al Heidi, graduándose con honores en su nueva faceta. Hasta el día de hoy queda como anexo a la jugada que el árbitro Carlos Chandía le habría indicado al defensa hacia dónde tirarse.

El 2005 es uno de los mejores años de la UC, porque conformó un equipo que jugó muy bien y destacó a nivel local e internacional, alcanzando las semifinales de la Copa Sudamericana. Además, el arquero José María Buljubasich estableció el récord de imbatibilidad del fútbol chileno, con 1.352 minutos con su valla invicta. Para coronar una gran temporada, faltaba una corona a nivel local. El Torneo de Clausura era la ocasión. Con un Estadio Nacional repleto, definió el título ante la U en tanda de penales. Si el Tati contuvo el remate de Waldo Ponce, los cruzados acertaron los cinco lanzamientos. El Polo Quinteros hizo el quinto y desató la algarabía. El equipo tipo de Jorge Pellicer también era integrado por Jaime Rubilar, Mauricio Zenteno, Facundo Imboden, José Pedro Fuenzalida, Jorge Ormeño, Francisco Arrué, Eros Pérez, Darío Conca y Eduardo Rubio, el capitán.

El Torneo Nacional 2010 tuvo que cambiar su formato de manera obligada a raíz del terremoto del 27 de febrero. Si eran dos campeonatos cortos fue uno largo. Durante la ruta, la Católica tuvo dos mandos técnicos. Marco Antonio Figueroa comenzó el año, pero salió del cargo al cabo de la primera rueda, antes del Mundial. Lo reemplazó Juan Antonio Pizzi, quien encaminó a la UC a su primer título en cinco años. Los cruzados arremetieron en la parte final de la liga, con siete victorias seguidas (fue clave golear a la U 4-2 y ganar en Calama). El 5 de diciembre, en San Carlos, superaron 5-0 a Everton e inscribieron su nombre en el Huemul de Plata, el nuevo trofeo del campeón de Primera División. La base del equipo de Pizzi tenía a Toselli, Valenzuela, Marcos González, Eluchans, Ormeño, Felipe Gutiérrez, Meneses, Bottinelli, Mirosevic, Lucas Pratto y el Pájaro Gutiérrez. El Milo fue el goleador del campeonato, con 19 tantos.

La UC estuvo varias veces ad portas de un bicampeonato, pero falló en el intento. En 2016 lo pudo alcanzar, inmerso en un año altamente exitoso para el club, ganando dos torneos nacionales y una Supercopa. El 30 de abril, el elenco estudiantil logró su undécima estrella en la última fecha del Clausura, en una definición tan infartante como sorpresiva. La victoria sobre Audax y la derrota de O’Higgins con la U. de Concepción permitió el festejo en San Carlos. Luego, el 8 de diciembre, en el Germán Becker de Temuco, se titula como el bicampeón tras superar por 0-2 a los albiverdes. El once tipo del equipo de Mario Salas era con Cristopher Toselli, Cristián Álvarez, Germán Lanaro, Guillermo Maripán, Alfonso Parot, César Fuentes, Enzo Kalinski, José Pedro Fuenzalida, Diego Buonanotte, Ricardo Noir y Nicolás Castillo. En los años 2018 y 2019 alcanzarían el bicampeonato en torneos largos.