El coronavirus se lleva los Juegos Olímpicos de Tokio al menos hasta el próximo año y congela la posibilidad de que en Japón se sigan escribiendo los capítulos más memorables de la historia del deporte mundial. Porque es cada cuatro años que ocurren esos momentos inolvidables que no necesariamente son las grandes marcas ni las medallas. Si bien la gloria deportiva es la principal búsqueda, hay momentos en que lo más alto del podio le cede importancia a las reivindicaciones históricas. De esas, los Juegos están plagadas.
También se han producido sucesos lamentables, como el atentado perpetrado en 1972, pero la generalidad de los recuerdos habla de hazañas deportivas o de manifestaciones que cambiaron al mundo o contribuyeron para que reaccionara.
El registro de los diez momentos imborrables de la historia olímpica puede encontrarse en internet. En Youtube están todos esos instantes que también guarda el inconsciente colectivo. Y sobre todo, la memoria de los deportistas. Entre ellos, varios chilenos que pudieron ser testigos privilegiados de ellos.
El esgrimista Paris Inostroza pudo ver cómo Usain Bolt batía el record mundial de los 100 metros planos en Beijing 2008 casi por fortuna. Estaba resignado a seguir la carrera por televisión cuando un miembro de la delegación chilena le acercó un ticket que le permitió seguir en directo el sprint del jamaiquino, quien finalizó el hectómetro en 9,69 segundos. “La entrada apareció de la nada. Y no sé si se puede explicar con palabras lo que se siente. Se vive diferente. El estadio, la gente, verlo ganar... Yo no soy fanático del atletismo, pero no se me olvida la reacción de la gente, el estallido. Desde lejos, los atletas se ven chiquitos, uno termina mirando la pantalla, pero es un momento imborrable, único”, describe.
No fue la única vez que Inostroza se cruzó con Bolt. Las delegaciones de Chile y Jaimaica compartían edificio, por lo que El Rayo era un vecino más. “Nunca le pedí una foto, ni nada”, dice.
Al exatleta Carlos Moreno le tocó presenciar de cerca, literalmente, el otro lado de la medalla: la que le despojaron al canadiense Ben Johnson con quien compartió una serie en los Juegos Olímpicos de Seúl. Hoy describe la situación como ‘extraña’. “Lo del doping fue una mezcla entre decepción y harta pena, porque el gallo ya tenía su medalla. Una lata. Hasta ahí nomás llegó. Todos queríamos ser como él y resultó todo mentira. Y que no es el único. A mí me sirvió para darme cuenta de que no iba a llegar a esas alturas, pero también para valorar lo que hacía limpio”.
La historia va más allá de la conclusión. Moreno compartió una serie con el astro, a quien considera su ídolo. “Supe el día antes que corría con él. Ben Johnson era uno de mis ídolos y correr con él era de película. Llegué a hacer el calentamiento. Nunca había estado cerca suyo. En la pista de calentamiento lo tuve cerca. Y en la sala de llamados lo tuve más cerca aún, nos sentamos juntos. Estaba al lado de mi ídolo máximo. Yo tenía 20 años. Era lo que hubiese elegido. Caminar con él, salir por el túnel. Él no hablaba nada, estaba en lo suyo. Yo, en lo mío, pero mirándolo a él. Yo corrí en 10,70. Venía de un desgarro. Si me rajaba era ahí. Había estado un mes parado”.
Al día siguiente, cuando aún no se certificaba la farsa, Moreno obtuvo otro recuerdo imborrable: la portada del diario que circulaba en la Villa Olímpica lo mostraba en plena carrera con Johnson. Aún lo conserva. Enmarcado.
La remera Soraya Jadue fue a tres Juegos: Sidney 2000, Atenas 2004 y Beijing 2008. En el primero, fue testigo de una circunstancia histórica de la que tiene un difuso recuerdo: ese año, Corea del Norte y Corea del Sur, de relaciones políticas rotas, compitieron por primera vez bajo la misma bandera. “Algo alcancé a escuchar, pero la verdad es que por esos días nuestra atención estaba puesta en el tema del abanderado, porque el Chino Ríos se negó a llevarla. El otro era un tema importante, pero en la delegación no se hablaba más que de lo del abanderado”, dice.
Diez momentos inolvidables
La hazaña de Mark Spitz
En Múnich 1972, el nadador estadounidense se colgó siete medallas de oro obteniendo, además, las plusmarcas mundiales en cada una de las pruebas. El registro vino a ser batido recién en 2008, por Michael Phelps.
El mundo conoce a Bolt
En Beijing 2008 el mundo supo quién es Usain Bolt. El jamaiquino se adjudicó los 100 metros planos, la prueba estrella del atletismo, en 9,69 segundos, un récord que lo transforma en leyenda y que marca el inicio de más marcas y medallas.
Mira las finales olímpicas de Bolt
Repasa la vida de Bolt en este documental
El Tiburon de Baltimore
El Tiburón de Baltimore también tocó el cielo en China. Obtuvo ocho preseas doradas, con las que superó por una el registro de su compatriota Spitz. Su total olímpico también impresiona: 23 oros olímpicos que lo consagran como el mejor nadador de la historia.
Las ocho medallas de Phelps en Beijing
El primer Dream Team
Los Juegos Olímpicos de Barcelona le regalaron al mundo la primera versión del Dream Team, un equipo inolvidable en que confluyeron estrellas como Michael Jordan, Earvin Magic Johnson y Larry Bird, por citas algunos. El invicto estadounidense duró hasta Atenas 2004, cuando los sorprendió Argentina.
Revive al Dream Team en este documental
Lo mejor del Dream Team en Barcelona
El 10 de Comaneci
El 18 de julio de 1976, después su último movimiento en las barras asimétricas, la rumana Nadia Comaneci voló hacia la historia. En Montreal tenía apenas 14 años, pero con el aplomo de una experimentada desarrolló la rutina perfecta. Después de 20 segundos de demostración de destreza, los jueces la calificaron un 10, la máxima nota posible.
La memorable actuación de Comaneci
La bomba en Múnich 1972
Ocho terroristas palestinos que pertenecían a una organización denominada Septiembre Negro irrumpieron el 5 de septiembre de 1972 en la zona de la Villa Olímpica donde se alojaba la delegación israelí, mataron a dos de sus deportistas y tomaron como rehenes a otros nueve. A cambio, pedían la excarcelación de 200 prisioneros palestinos en Israel.
En la cara de Hitler
En los Juegos Olímpicos de Berlín, Jesse Owens logró el récord mundial en los 100 metros, en los 200 y en salto largo. Corría el año 1936 y Adolf Hitler gobernaba Alemania. En la pista, un atleta estadounidense, negro, se hacía leyenda. En Berlín, Owens se impuso a los locales y logró cuatro medallas de oro.
Documental acerca de los Juegos de 1936
La reacción de Hitler tras el triunfo de Owens
El Black Power
En México 1968, en lo más alto del podio de los 200 metros, Tommie Smith y John Carlos celebraron sus preseas con el puño en alto, envuelto en un guante negro, para recordarle a Estados Unidos y el mundo la discriminación racial. Fueron sancionados de por vida.
Un resumen de los Juegos Olímpicos de 1968
El Black Power en los Juegos de 1968
La unidad coreana
El 15 de septiembre de 2000, en Sidney, fue la primera vez que los atletas de Corea del Sur y Corea del Norte desfilaron portando la misma bandera. Park Jung-chul, judoca norcoreano, y Chung Eun-soon, jugadora surcoreana del equipo de basquetbol, portaron la bandera unificada de Corea. Lo repitieron en Atenas 2004.
El histórico desfile conjunto de las Coreas en Sidney 2000
El escándalo de Ben Johnson
En Seúl 1988 se libraba un capítulo más de una de las principales rivalidades del atletismo: enfrente el estadounidense Carl Lewis y el canadiense Ben Johnson. En la pista se impuso Johnson. Marcó el impresionante registro de 9,79 segundos, pero tres días más tarde era descalificado pues su muestra antidopaje arrojó presencia de estanozolol.
La final de los 100 metros planos en Seúl
Documental de la BBC acerca del escándalo de Ben Johnson