Todos luchamos por la libertad en sus innumerables formas de expresión. Y una de esas es la libertad de elección. La libertad de elegir donde trabajar.
Es el caso vivo de Juan Antonio Pizzi que dirige a Arabia Saudita en el Mundial de Rusia. Su repentina decisión aún me produce "algo de rechazo", más que nada por su forma instrumental de desarrollarse como entrenador. En el mundo del fútbol el tintineo de las monedas llama a distracción o traición.
Y sin preámbulos, transitó de la infelicidad de todo un país a la felicidad monetaria del Medio Oriente. Es un dilema ético difícil de asumir. Como un líder imperfecto, no escuchó la sensibilidad del entorno que dejó.
Lo de Julen Lopetegui, nuevo entrenador de España, tiene coincidencias. No cuidó las formas de rectitud ante una federación seria en su manera de proceder. "Estar por estar" en el Real Madrid, es posible de razonar, pero que ultrajan el decoro humano como lo hizo Lopetegui.
Todas las personas tienen su visión particular de ver sus intereses. Unas más válidas que otras y se traducen en sus formas de actuar, sentir y pensar.
En una osada y atinada medida ha sido destituido del mundial. Para la dirigencia española no importa el resultado, sino la solidez ética de la institución. ¿Aprenderemos de esto? Ojalá. Recuerdo hechos recientes y lamentables en la primera Copa América, donde Sampaoli privilegió el resultadismo, con un camarín intoxicado por borrachera de copas que socavaron los fuertes cimientos de los valores y principios que deben perdurar. Ese estilo nos pasó más tarde la factura del declive de un sobreprotegido vestuario.
Imagino a la plantilla española perpleja y estupefacta como lo está el mundo entero. Su líder ha tropezado. El dinero de Florentino Pérez - cual Maquiavelo, otro florentino que decía "la naturaleza humana es fundamentalmente voluble" - ha perturbado los sueños de una España fragmentada. Ahora todo puede pasar, hasta el sabor amargo del fracaso.
No obstante, creo en la excelencia y cultura de esos jugadores. El buen fútbol no se olvida.