El dilema de la ovalada

CONDORES CHILE ARGENTINA SEVEN
Foto: AGENCIAUNO

Mientras el equipo de seven a side chileno sigue sumando logros a nivel internacional, el 15, la modalidad tradicional, cada vez se queda más atrás. Algunos acusan favoritismos para los Cóndores 7. Otros defienden el modelo, pues, dicen, terminará beneficiando al deporte en su totalidad.



El rugby chileno vive un dilema. Por un lado, lastimado, el equipo de 15 prepara el Sudamericano Mayor A, donde confía levantarse tras una amarga participación en el Americas Rugby Championship, donde sólo supo de derrotas. En el otro, donde sonríen, el equipo nacional de rugby a siete prepara su participación en los Odesur de Cochabamba, donde confía sellar un período especialmente exitoso, donde hubo una nueva semifinal en el Seven de Hong Kong. Uno se hunde, el otro despega.

Muchos sostienen que la modalidad tradicional del rugby ha sido postergada en Chile por su par reducido, el seven. Uno de ellos es el ex medio scrum Nicolás Arancibia, considerado uno de los mejores rugbistas criollos en la historia. "No caigamos más en el mito de que nos podemos dedicar al seven por sobre el rugby 15. Eso se viene diciendo hace 20 años. El resultado que tuvimos ahora fue ir a un Mundial, que sigue siendo meritorio, pero hace 15 años también fuimos a un mundial de seven", comentó hace un par de semanas a El Mercurio.

La inclusión del rugby a siete como deporte olímpico abrió diversas posibilidades para la disciplina. Por eso, ahora es una de los especialidades que apoya con fuerza el COCh. "No hay una modalidad más importante que otra, solamente que, desde el punto de vista competitivo, nosotros le podemos dar financiamiento para la preparación y participación en megaeventos del ciclo olímpico al rugby seven", explica su presidente, Miguel Ángel Mujica.

No es sólo el dinero lo que tiene encumbrado al seven. Por el contrario, lo que ha impulsado su crecimiento es la sólida estructura que ha guiado el head coach Edmundo Olfos. Esta es la visión del viñamarino: "Está claro que el 15 es el rugby más importante, pero es más fácil o más asequible competir en siete. Aquí tenemos más posibilidades de estar entre los mejores 10 del mundo y si se ha desarrollado es por el Comité Olímpico y porque hemos tenido una gran continuidad en el proceso, a diferencia de lo que ocurre en el 15".

El XV, en cambio, durante años no ha conseguido una continuidad en su cabeza técnica. Una exagerada rotación de entrenadores, interinos y oficiales, que no han logrado encauzar sus proyectos con el de la Federación, ha frenado el progreso de los Cóndores, que han cedido varios puestos en el ránking mundial, marchando hoy 28º, un peldaño por debajo de Brasil.

Felipe Brangier, capitán de los Cóndores 7 y rotación en la selección de 15, ha sido uno de los artífices y protagonistas del crecimiento que el seven está manteniendo. Lo defiende: "El despegue del seven en Chile no sólo ha sido por el apoyo del COCh, sino que responde al tipo de disciplina que es el seven. La mejor estructura y los mejoramientos del seven le chorrean al 15. También se ha demostrado así internacionalmente, como en Kenia y Japón. Pero Chile debe seguir esforzándose y marcando el ranking de 15, que es lo que manda, no hay que descuidarlo".

Jorge Araya, presidente de la Feruchi, niega que una disciplina esté por sobre otra: "Para nosotros es importante el desarrollo del rugby en todas sus modalidades, tanto en 15 como en seven, en hombres y mujeres. Ninguno es más relevante que el otro. Que uno tenga más éxito que el otro no significa que les demos más importancia".

Desde Francia, Sergio Valdés, otro de los históricos del rugby chileno, concuerda con el tercera línea, aunque es reticente. "Es positivo que haya más recursos para desarrollar el seven. El problema es que si estos recursos no se utilizan en fortalecer a la Federación, se seguirán utilizando en pagar pasajes y viáticos, lo que no crea ninguna ganancia desde el punto de vista organizacional".

El argentino Juan Mendia, ex forward de los Pumas y actual entrenador de las divisiones inferiores del Leicester Tigers inglés, de paso por Chile por unos cursos de capacitación que entregó a la Arusa, cree que beneficiar la disciplina olímpica por sobre el 15 tampoco es una mala opción. "Todo lo que tenga que ver con el deporte olímpico tiene un valor agregado. Más allá de la suerte que tiene el seleccionado, la victoria a los All Blacks, me parece que esto viene de un proceso muy largo y sostenido", asegura.

El rugby chileno cojea. Uno avanza, pero otro retrocede. Es la contradicción de un deporte que carece de profesionalismo, pero que lucha por entrar alguna vez en la élite. Por la puerta que sea.

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