El ciclo de Ricardo Gareca en la Selección Chilena no es el esperado. Penúltimos con nueve unidades y a cuatro de la zona de repechaje, Chile está obligado a sumar en casi todos los encuentros que le quedan para soñar con el Mundial.
De no ser así, el proceso del entrenador argentino será interrumpido abruptamente y se comenzará a buscar un nuevo adiestrador para revivir a la oncena que logró dos torneos continentales en la década pasada. Y uno de los candidatos es el director técnico del Cacique, Jorge Almirón.
“Es normal que siendo el entrenador de Colo Colo, cuando las cosas no están bien, la prensa hable de una posible sucesión. Pero hay un entrenador argentino con mucha experiencia. Ha dirigido bastante a nivel de selecciones, y le ha ido muy bien”, comenzó diciendo Almirón en una entrevista con el diario Marca.
Pero a medida que aumentaban sus argumentos, Almirón sorprendió con su respuesta pues no le cerró la puerta a la posibilidad de convertirse en el jefe del Equipo de Todos. “Yo me enfoco en Colo Colo y si se da en algún momento, a cualquier entrenador le genera expectativa entrenar una selección”, señaló.
De concretarse esta chance en un futuro cercano, Almirón podría ser ligado a uno de los jugadores que más satisfacciones le dio este año en el Cacique: Arturo Vidal. “El día a día con él fue muy fácil, porque entiende lo que significa para el club y para los compañeros”, reveló el DT.
La Copa Libertadores: el gran objetivo
El próximo 19 de abril, Colo Colo cumple 100 años. Por lo mismo, a las actividades de celebración, se le quiere agregar la conformación de un equipo que revalide el título a nivel local y que pueda ganar la Copa Libertadores.
“Hay una gran expectativa para la Libertadores. Cuando inicia un ciclo, todos piensan que la van a ganar y Colo Colo no es la excepción, porque es el equipo más grande del país. Se siente esa obligación tras ganar el torneo local, así que esperemos crear un buen plantel y poder pelear todos los frentes”, detalló el entrenador.
Eso sí, Almirón reconoció tiene una espina clavada con el torneo continental. “Uno siempre sabe lo difícil que es llegar a la Copa Libertadores. Me pasó la primera vez con Lanús, un equipo que no estaba armado como para llegar a la final e hicimos un buen trabajo. Llegamos a la final, y perdimos contra Gremio que tenía un gran equipo”, recordó.
Luego agregó que “la segunda vez con Boca también. El equipo se empezó a levantar a mitad de torneo, cuando asumo el rol de entrenador, y llegamos a la final. La verdad es que nos quedamos con esa esa espinita, porque el equipo estaba para para competir. Fue un buen partido, muy parejo, pero el hecho de no ganar siempre te deja con ese sabor amargo”.
Por último, Almirón sabe que será muy difícil quitarle el trono a los brasileños, el cual ocupan desde 2019. “Los equipos de ese país son muy grandes. El torneo brasileño es muy fuerte, se juegan muchísimos partidos. Creo que hay una diferencia con Argentina en la competitividad también. El fútbol argentino es muy competitivo, pero ahí en Brasil hay 12 equipos como como Boca o River”, concluyó.