He leído su entrevista del domingo 5 de noviembre en este mismo diario, donde sólo habló de temas deportivos, y me quedaron algunas cosas dando vueltas. Usted puede ser olvidadizo y ser permeable al tráfago de la vida pública, pero yo no. Tengo buena memoria. Usted se queja de que hay un conflicto grave entre el Ministerio del Deporte y el IND. Que se hacen la vida imposible el uno al otro. Bueno, es consecuencia de la creación, a la matacaballo, del susodicho ministerio en su gobierno. Cambió el cartel de la entrada de la subsecretaría de "Chiledeportes" y le puso el de "Ministerio". Pero la estructura era la misma. Ha sido un galimatías administrativo ordenarlo.

Dice que el Odesur y el Dakar, organizados en su gobierno, fueron un gran éxito. Sobre lo primero, le recuerdo que la Contraloría tuvo que intervenir por los gastos inflados, las flores entregadas a los ganadores de las pruebas parecían cosechadas en Marte, y por la inversión de dinero público en instrumentos privados. Algo absolutamente prohibido por la ley. Todavía no sabe el destino de 127 millones de pesos del erario público que se pusieron en un depósito a plazo. Del Dakar ni hablar. Su gobierno infló los números hasta caer en el ridículo. Por ejemplo, dijeron que hubo 80.000 personas mirando la prueba en El Salvador, diez veces la población de la ciudad. O que 300.000 personas recibieron la caravana en Santiago, cuando había 20.000 con suerte. Así en todas las ciudades. Los espectadores del Dakar superaban la cantidad de habitantes de este país. Todos sabemos que usted es un mago con los números, pero esto ya es magia negra.

Sobre el fútbol profesional le tengo que meter un planchazo señor Piñera. Usted se queja de la violencia en los estadios y señala que la "ley de Estadio Seguro no ha logrado hacer volver el público a los estadios". En primer lugar, este campeonato es el que tiene mayor promedio de público en dos décadas. Pero ése es un detalle, por ahí le informaron mal. Lo grave es lo otro, quejarse por la violencia en los estadios. Le recuerdo que su ministro de Deportes, Gabriel Ruiz-Tagle, siendo presidente de Colo Colo, cuando usted era socio mayoritario del club, pactó con un sector de la Garra Blanca, la que generó millonarios recursos a un grupo de barristas que se ubicó en tal posición de poder, que amenazaron a jugadores, tenían estacionamiento dentro del Monumental y se dieron el lujo, siendo usted Presidente de la República, de amenazar reiteradamente a la intendenta Cecilia Pérez sin que usted pudiera hacer nada.

Cuando le preguntaron al señor Ruiz-Tagle, siendo ministro, sobre su pacto con la Garra Blanca su respuesta, "hicimos lo que teníamos que hacer", debió costarle el puesto. Pero, claro, no le pasó nada. Como tampoco le llamó la atención a usted que el propio Ministro del Deporte se ausentara de la ceremonia promulgación de la Ley de Violencia en los Estadios. Raro ¿no?

Sin ir más lejos, el líder de la Coordinación de la Garra Blanca, Francisco Muñoz, alias Pancho Malo, reconoció el 5 de noviembre de 2015 que fue contratado por PISA S.A, la nefasta colusión del papel confort que lideraba su Ministro de Deportes y su presidente de Blanco y Negro, algo que está respaldado por la investigación judicial. Pero no sólo eso, la Garra Blanca hizo negocios con Easy, Viña San Pedro, Favorita, Líder, haciendo de ser barrista bravo un extraordinario negocio. Todo, insisto, mientras usted era el accionista mayoritario y uno de sus socios era el presidente del club. Y usted lo premió haciéndolo ministro. Paradójica forma de combatir la violencia en los estadios la suya.

En fin, era por si se le había olvidado. Muchas gracias.

PD: No me alcanzó el espacio para hacer algunas precisiones del tema Bielsa.