Uno de los accidentes más impactantes de la Fórmula 1 sigue teniendo reacciones. En su recientemente publicada autobiografía "How to build a car", Adrian Newey dedicó palabras a la trágica muerte de Ayrton Senna en 1994. En el texto, el encargado de los modelos del equipo Williams en ese entonces, admite la responsabilidad en la fabricación del auto y el terrible final que tuvo el tres veces campeón. "Me sentiré siempre responsable de la muerte, pero no culpable", escribió.
"De lo que me siento más culpable no es de que un posible fallo de la columna de dirección fuera la causa del accidente, porque ese no es el caso, sino porque fallé en la aerodinámica del coche (...) diseñé un coche que era aerodinámicamente inestable, en el que Ayrton intentaba hacer cosas que no se podían hacer. Y de hecho no fue capaz", se lamenta el, para muchos, mejor diseñador de la Fórmula 1.
Tras la investigación, la justicia absolvió de responsabilidad a Newey en mayo de 2005.