Un mes y cuatro días después de haber protagonizado la final de Wimbledon, Alcaraz y Djokovic volvieron a verse las caras sobre una cancha de tenis. Ya no era el pasto de Londres, sino que el cemento del Masters 1000 de Cincinnati. Escenarios totalmente distintos, que también significaron un cambio de libreto. Esta vez fue el serbio quien levantó los brazos y se llevó el trofeo a casa. Es la tercera vez que lo logra en su carrera.

Y las sensaciones no fueron tan distintas a las vividas en el All England Club. Partido extenuante, con ambos jugadores jugando a un gran nivel y repartiéndose el protagonismo. Por ejemplo, en la primera manga el de los Balcanes comenzó mejor, pero cuando tenía la chance de tomar ventaja, pasó todo lo contrario. En el séptimo juego quebró para quedar 4-2 y servicio. Ocasión que no fue aprovechada por el ex número uno del mundo, ya que no solo le devolvieron el castigo de inmediato, sino que cuando estuvo cinco iguales sacando, nuevamente volvió a sufrir un quiebre. Fue un momento bisagra, que ahogó, física y tenísticamente a Djokovic.

El tema físico fue evidente, porque una vez que perdió el set por 7-5, Djoko mostró serios problemas. Con 33 grados en la ciudad y una sensación térmica de 36, se le vio totalmente superado por las condiciones, teniendo que llamar al doctor cuando nuevamente perdió su servicio, ahora en el tercer juego del segundo set. “Estoy mareado, me duele la cabeza” fueron parte de los diálogos que la transmisión televisiva captó. Para Nole, este era el primer duelo en todo el campeonato que le tocaba jugar de día, ya que sus otros cuartos partidos fueron en horario nocturno.

Una situación que repercutió en la cabeza de Alcaraz. Pese a estar con más energía y dinamismo que el de los Balcanes, esa sensación de tener todo a su favor lo hizo bajar de revoluciones. Tanto así que sufrió un quiebre que dejó todo cuatro iguales y que le devolvió el oxígeno al 23 veces campeón de Grand Slam. Nole no dominaba. Pero tampoco era el jugador superado del comienzo del set.

Así, el parcial se definió en el tiebreak. Un desenlace sin margen, en donde ambos mostraron su mejor tenis y en donde tuvieron que disputarse 14 puntos para poder tener a un ganador. Fue Djokovic, quien ha ganado 14 de sus últimos 15 tiebreaks que ha jugado. ¿El qué perdió? Ante Alcaraz en Wimbledon.

Albert Cesare-USA TODAY Sports

Con las condiciones igualadas, Nole dio un paso enfrente. Saber que ya se había sacado de encima un match point en contra durante el segundo set, lo motivó a ir más allá y manejar el duelo y los tiempos. Alcaraz, cada vez más frustrado, cayó en el juego mental y no pudo mantener su servicio. Le quebraron en el séptimo juego del parcial final, dejando en jaque su chance de ganar el quinto Masters 1000 de su carrera.

Pero no había que dar nada por sentado y es que cuando el diez veces campeón del Australia sirvió para campeonato, fue quebrado. Un juego dramático que duró más de 11 minutos y que tuvo match points y break points. Todo igualado en el 5-5 y nuevamente un juego extenuante. Esta vez de poco más de nueve minutos.

No podía ser de otra manera. Tras más de 3 horas y 38 minutos, el partido entre los dos mejores tenistas del planeta terminó en un tiebreak. Uno que comenzó con una doble falta de Carlos Alcaraz, que llegó a estar 3-0 para el serbio y que terminó 7-4.

Djokovic se tomó revancha en Ohio. Lo hizo con una victoria extenuante por 5-7, 7-6(7) y 7-6(4) en 3 horas, 48 minutos de juego. Corona especial para el serbio, cuando solo queda una semana para su vuelta a Nueva York, tras dos años perdiéndose el Abierto de Estados Unidos. Ahí podrá volver a ser el número uno del mundo.

Gauff campeona en casa

Previo al duelo entre el español y el serbio, la cancha principal de Cincinnati recibió a las dos finalistas del cuadro femenino. Se trataba de la norteamericana Cori Gauff (7° WTA) y Karolina Muchova, ambas buscando su primer título de Masters 1000.

La ganadora fue Gauff, quien consiguió su tercer trofeo del año y el quinto de su carrera. Sin dudas, el más importante, tanto por categoría, escenario y juego. Ha sido una semana soñada para la nacida en Georgia, logrando vencer por primera vez a Iga Swiatek en las semifinales. Antes del duelo del sábado, la estadounidense había perdido siete veces consecutivas ante la número uno del mundo.

Victoria que le dio un impulso para superar sin problemas checa, concretando la victoria por 6-3 y 6-4. Este lunes aparecerá en el puesto seis del ranking mundial y como una de las favoritas para el US Open, último grande de la temporada.

Mandatory Credit: Katie Stratman-USA TODAY Sports

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