Novak Djokovic (5° ATP) va a pasos agigantados hacia su décimo Australian Open. Nada, ni nadie, parece capaz de desviarlo de un logro que además lo igualaría con Nadal en la lucha por ser el hombre con más títulos de Grand Slam. Esta mañana se metió entre los cuatro mejores de Melbourne con una paliza ante Andrey Rublev (6°).

Y es que no hay otra palabra para definir lo vivido en la Rod Laver Arena durante el duelo del serbio y el ruso. Del minuto uno se vio a un “Nole” superior, que sin problemas de movilidad producto de su lesión, entregó un recital de tenis. Fue victoria por 6-1, 6-2 y 6-4 en dos horas y tres minutos.

Un partido en donde el serbio dejó números de película. Clavó 14 aces, ganó el 80% de los puntos con su primer servicio, ganó 44 puntos recibiendo, además de conseguir cinco quiebres y no recibir ninguno en contra. Los registros además acompañan un encuentro en donde destacó por su gran distribución de tiros, su capacidad de apretar a Rublev cuando recibía y una fortaleza mental superior para trabajar los momentos de tensión que tuvo el duelo.

De esta forma Djokovic llega a su 44° semifinal de Grand Slam y su décima en Australia. En Oceanía cada vez que ha llegado a esta instancia terminó con el título y ahora no espera que sea la excepción, ya que en este 2023 hay mucho en juego. Si sale campeón el domingo igualará a Nadal con 22 campeonatos grandes y volverá a ser el número uno del mundo. Una cosa poca.

Ya con la victoria bajo el brazo y en una distendida conferencia de prensa, el serbio entregó sus sensaciones de la victoria. “Fue el segundo mejor partido que he tenido en el año, muy cerca de la forma que presenté ante De Miñaur. Estoy muy complacido con mi tenis, sobre todo desde el fondo. me encantan las condiciones de esta cancha, es mi favorita”, lanzó.

Pero no se quedó ahí y también abordó el llamativo resultado ante un jugador que se esperaba diera más batalla. “Quizás el score de los dos primeros sets no habla de la realidad del partido, porque hubo juegos muy parejos. Rublev es un gran jugador, tiene una gran derecha, pero mostré mi mejor tenis en los momentos claves. No solo es tener un plan, sino que llevarlo a cabo”, recalcó.

Ahora el serbio jugará ante Tommy Paul (35°), quien en un apasionante encuentro cortó el camino soñado de su compatriota Ben Shelton (89°) y ahora disputará su primera final de Grand Slam. Lo hará ante uno de los dos jugadores más experimentados que tiene el circuito ATP, por lo que la tarea se antoja titanica. Eso sí, Djokovic ya avisó: “No tiene nada que perder”. Aquello (y transformarse en el primer estadounidense, desde Roddick en 2009, en llegar a una final de Grand Slam en singles) será su gran motor.

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