Lo importante no es cómo se comienza, es cómo se termina, suelen decir los deportistas. Y muestra clara de ello es lo ocurrido en la final masculina del Masters 1.000 de Cincinnati, donde Novak Djokovic (1°) remontó un mal inicio para ganar ante el canadiense Milos Raonic (30°) y quedarse con el título del primer torneo de la ATP que se disputa tras la pausa por la pandemia. Fue 1-6, 6-3 y 6-4 para Nole.
Todo partió en contra para el serbio, pues el norteamericano se plantó firme en Nueva York, donde se jugó el torneo por el coronavirus, y sacó a relucir la potencia de su servicio para llevarse el primer set, sin mucho contrapeso por parte del balcánico.
El segundo y tercer set mostraron la mejor cara de Djokovic, que dejó de lado las polémicas por el Adria Tour y por un momento olvidó sus ideas de formar una nueva organización de jugadores, para remontar ante Raonic y conseguir su 23ª victoria de la presente temporada.
El título en Cincinnati significó el número 35 en cuanto a Masters 1.000 para el serbio, que igualó a Rafael Nadal como el más ganador de este tipo de torneos. Además, consiguió el trofeo 80 de su ganadora carrera.
El próximo desafío de ambos finalistas será en el US Open, donde Djokovic deberá debutar ante el bosnio Damir Džumhur (107°), mientras que Raonic se estrenará frente al argentino Leonardo Mayer (118°).