Otro paso más para el gran sueño del serbio. La medalla dorada se acerca y nadie parece poder alejarlo de ella. Hoy venció de manera muy cómoda por 6-3 y 6-1 al español Davidovich Fokina (34°), y se metió en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos. Ahí tendrá que enfrentar al local, Kei Nishikori (69°).

Pareciera que juegan estas rondas como si fuese un mero tramite. En ningún momento se ve apurado o sometido. Reparte pelotas, cambia velocidades y pega cuando ve el espacio. Tiene un guion claro cuando al frente no hay un clase mundial. Si no se mide ante un gigante, la victoria de Nole es cosa casi segura.

Hoy tenía por delante a un jugador que promete, pero que también es presa de sus emociones. Eso es lo que falta al español para poder plantarle cara a los jugadores más imponentes del ranking. Sin eso, pelearle a Djokovic se hace imposible.

Resistió en el primero, pero en el segundo ya no tuvo nada que hacer. 6-3 y 6-1 en una hora y 23 minutos y el pasaje a cuartos asegurados. Ahí tendrá que medirse con un jugador que si bien no vive su mejor momento, si tiene dos cosas a su favor. Primero es que es el local. Nadie conoce el clima y las condiciones del court como Kei Nishikori. La otra es que el nipón ya es un experimentado del circuito. Conoce a la perfección estas instancias y al rival. A eso se aferra Japón, un país que ya tuvo que ver como su representante en mujeres quedó en el camino.

Partido que seguro será de extremos. O una batalla agónica o una jornada tranquila para el serbio. Con Nole al frente, la vida es blanca o negra. Nishikori quiere ser el encargado de estropear el guion perfecto, Djokovic ser el primer hombre en conquistar todo en una sola temporada.

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