Un triunfo duro, peleado, pero que los encumbra en la Premier League y sigue extendiendo el invicto. El Liverpool venció por 3-1 a un mezquino Manchester United, que se paró en Anfield con un mediocampo totalmente defensivo, sin Paul Pogba. Fue cosa de tiempo para que la resistencia cediera.

El equipo de Klopp salió como una tromba. Inspirados, quizás, por los comentarios de José Mourinho en conferencia de prensa, cuando señaló que "eran un equipo con suerte" y que "no han ganado nada". Lo cierto es que hoy ganaron el clásico más importante del fútbol inglés, y lo hicieron dominando de principio a fin.

Con varias bajas en la plantilla, el alemán alineó en el mediocampo a Wijnaldum, Fabinho y Keita. Arriba, los tres de siempre. Y el United no pudo con eso. Los primeros 20 minutos fue presión y toque por partes iguales para los locales, que inquietaban a De Gea con remates desde fuera a los que respondió bien.

Sin embargo, a los 24' llegó la apertura de la cuenta. Mané le marcó el paso a Fabinho, el brasileño habilitó por arriba de manera espectacular, y el senegalés paró de pecho y finiquitó de volea. Un golazo.

Pero Alisson hundió en sombras a su equipo, luego de dar rebote a un centro de Lukaku y permitir que Lingard colocara el 1-1. Hasta el final del primer tiempo, a los reds les costó mentalizarse nuevamente, pero el entretiempo ayudó a corregir tal despiste.

Y es que en el complemento los Diablos Rojos solo se dedicaron a aguantar el resultado. Dalot salió por Fellaini y así el portugués terminó por estacionar el bus.

Mané lo intentó. Salah lo intentó. Pero siempre estuvo De Gea para contener. A falta de 20 minutos para el final, Klopp sacó a Keita e hizo ingresar a Shaqiri. Y el suizo cambió el partido. Solo tres minutos después de su ingresó aprovechó un rebote en el área para definir con fuerza y marcar el 2-1. A los 80', puso el 3-1 desde media distancia, luego de que su tiro se desviara en Bailly. No hubo reacción por parte del equipo visitante. El resultado estaba echado.

El Liverpool recupera la punta de la liga y es líder absoluto. Acumula 18 partidos sin perder, récord absoluto del club. Depende de sí mismo para conseguir su primera Premier en la historia.