Documental alemán exhibe las precarias condiciones y abusos que sufren los obreros que alistan Qatar 2022

Las condiciones laborales de los obreros que construyen los estadios para el Mundial de Qatar 2022, en especial de los extranjeros, es uno de los temas que ha rondado al país asiático desde que se iniciaron las labores con miras a la cita planetaria, hace ya casi una década.

En 2016, de hecho, la Organización Internacional de Trabajo (OIT) determinó que en Qatar se registraban "avances mínimos" y que había "mucho por hacer para erradicar los abusos laborales", una situación que, tres años después, parece lejos de solucionarse.

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en una visita reciente al organizador de la próxima Copa del Mundo, aseguró que se "está avanzando a pasos agigantados" para que el país esté listo para albergar la competencia. No hizo, eso sí, ninguna referencia a las tribulaciones de los trabajadores y los abusos a los que son sometidos (ni tampoco a las acusaciones de corrupción que pesan sobre la designación de la sede).

El pasado miércoles, un reportaje del periodista Benjamin Best, emitido en la televisión alemana, titulado Atrapado en Qatar, da cuenta del testimonio de un grupo de obreros oriundos de Nepal que, por primera vez, aunque mediante el uso de cámaras ocultas, relatan las penurias que han vivido. Denuncian malos tratos, meses de sueldos impagos, precarias condiciones de salubridad y hasta que les quitaron sus pasaportes para que no puedan abandonar el país.

"Somos prisioneros. Solo nos alimentamos de pan y agua. No nos podemos permitir más. No puedo más. Solo quiero irme a casa. No podemos ni llamar a nuestra familia", relata uno de los entrevistados.

El documental da cuenta también de la estadística que maneja el gobierno de Nepal, que asegura que al menos 1.426 trabajadores de ese país han perdido la vida en Qatar durante los últimos diez años. El trabajo del citado periodista muestra testimonios de familiares de los trabajadores, así como la declaración de un extrabajador, quien afirma haber visto morir a dos de sus compañeros en el mismo lugar de las obras, así como las mínimas condiciones de todo en las que se desarrollan las obras.