En 1973, Carlos Caszely (68 años), uno de los goleadores más destacados en la historia del fútbol nacional, estuvo a detalles de sellar su traspaso al Santos brasileño, equipo que, en aquella época, tenía a Edson Arantes do Nascimento, alias Pelé, como principal figura. Sin embargo, las negociaciones no llegaron a buen puerto. ¿La razón? La filtración de un telegrama demostraría que el fichaje del formado en Colo Colo en la escuadra que actualmente adiestra Jorge Sampaoli, exDT de la selección chilena, no habría prosperado debido a su ideología política.

Cabe mencionar que el Chino nunca escondió su apoyo al Partido Comunista durante la dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet. En 1974, Caszely se negó a saludar al dictador en la ceremonia de despedida de la Roja previa al Mundial de Alemania 1974 y, en 1988, participó en la franja del "NO". De hecho, su propia madre, Olga Garrido, quien también fue parte de la propaganda que buscaba acabar con el régimen militar, aseguró haber sido víctima de secuestro y tortura.

El siguiente documento, recuperado del 15 de mayo de 1973, habría sido entregado secretamente a miembros del cuadro Peixe, con la finalidad de evitar el fichaje del ex futbolista profesional, quien, durante ese periodo, formaba parte del club albo:

"Me dijo el general Segri Castillo, ex comandante en jefe y mi amigo, que tenía un recado para mí del mayor del ejercito integrante del SIM (Servicio de Inteligencia Militar). Aquel oficial deseaba avisarme extraoficialmente de que, según informaciones obtenidas por el SIM, el jugador de fútbol Carlos Caszely, astro del equipo Colo Colo y cuyo pase se estaría negociando con el Santos por la suma de 120 mil dólares, es elemento activo del Partido Comunista de Chile", señala el archivo.

El mismo Caszely, en diálogo con La Tercera, reconoce las negociaciones con el cuadro de Brasil, aunque, según dice, no recuerda mayores detalles: "Estuve a punto de ir al Santos de Pelé en una oportunidad, pero no recuerdo. Fue hace mucho tiempo". El mundialista en Alemania 1974 y España 1982 está al tanto del telegrama, aunque se resiste a dar declaraciones al respecto. "Anda circulando un documento, pero, mientras no tenga algo original, no voy a hablar nada", sentencia.