Dominic Thiem es la gran amenaza de Austria para la serie ante Chile, el próximo 1 y 2 de febrero. El actual número siete del mundo es el segundo mejor jugador del planeta en arcilla después de Rafael Nadal. De hecho, es el responsable de las últimas dos derrotas del mallorquín en su superficie favorita. Con sus 11 títulos ATP, el jugador de 25 años es una de las cartas más fuertes para liderar el recambio mundial.
"Dominic ya lucha por las cosas importantes y lo seguirá haciendo los siguientes cinco ó 10 años", dijo Rafa sobre el oriundo de Wiener Neustadt. No es el único que alaba el juego del tenista que llegó a ser número cuatro del mundo hace casi un año. También lo hizo Roger Federer, quien manifestó sobre el tenista: "Thiem tiene uno de los mejores reveses a una mano de todo el circuito. He entrenado con él en Suiza y sé cómo juega. Me quedé impresionado de cómo lo hace".
Desde Viena, donde ayer venció al estadounidense Sam Querrey y avanzó a cuartos del final del ATP 500 que se juega en su país, el austriaco analiza junto a La Tercera el enfrentamiento ante los pupilos de Nicolás Massú y también confiesa sus sueños en el circuito, entre otras particularidades.
¿Cómo ve la serie ante Chile para ingresar a la ronda final de la Copa Davis?
Los fanáticos austriacos esperan fuertemente que ganemos esa eliminatoria, pero será difícil. Aunque nos veo como favoritos.
¿Conoce a los jugadores chilenos? ¿Qué sabe de ellos?
Por supuesto que sí. Todo el mundo sabe lo peligroso que es Nicolás Jarry cuando está en llamas. Puede vencer a cualquier jugador en el mundo. Christian Garin mejora constantemente. Ganó el título junior de Roland Garros, que muestra cuán grande es su potencial. Y, por supuesto, conocemos a Hans Podlipnik Castillo en Austria.
¿Qué es lo más complicado del equipo chileno?
Nicolás Jarry. Es el jugador más importante del equipo chileno.
A propósito de Jarry. En los cuartos de final del ATP 500 de Hamburgo, usted lo enfrentó y cayó en un partido que se definió en dos tie breaks. ¿Qué recuerda de ese encuentro?
No jugué mi mejor partido del año, pero el poder de fuego puro de Nicolás fue impresionante.
El capitán chileno es Nicolás Massú y su ayudante es Marcelo Ríos, dos de los tenistas más importantes de la historia del tenis chileno. ¿Qué sabe de ellos?
Son leyendas, y todas las personas interesadas en el tenis los conocen. Ríos fue uno de los jugadores más talentosos del circuito. Me encanta ver partidos antiguos en YouTube, así que me las arreglé para ver algunos de sus partidos. En Austria también recordamos muy bien a Massú, porque siempre jugó bien en Kitzbühel y porque venció a los dos jugadores austriacos en la Copa Davis en 2009 (Jürgen Melzer y Stefan Koubek).
Se ha hablado mucho de esta nueva Copa Davis. ¿Le gusta el cambio de formato?
Sí. Creo que es mucho más fácil para los mejores jugadores participar. Y espero que las nuevas finales sean un evento de clase mundial absoluta. Lamento decirlo, pero espero y soy optimista: ¡Austria clasificará!
Usted ha tenido una gran temporada, a un alto nivel. ¿Cuáles son sus objetivos en términos de ranking?
Mi objetivo en este momento es llegar a la final en Londres. No tengo ningún objetivo de clasificación particular para este o el próximo año, solamente quiero mejorar como jugador constantemente. El resto seguirá. Pero debo admitir que es importante para mí permanecer dentro de los diez primeros el mayor tiempo posible.
¿Se imagina como número uno del mundo?
Sueño con ganar un título de Grand Slam y convertirme en el jugador número uno del mundo. Esos son los dos objetivos principales que quiero lograr en mi carrera.
En arcilla usted ha obtenido sus mejores resultados y fue el último en vencer a Rafael Nadal. Me imagino que es un motivo de gran alegría.
Es un honor increíble. Me enorgullece y me motiva.
¿Por qué cree que Djokovic, Federer y Nadal, todos mayores de 30 años, continúan dominando el circuito?
Espero que dejen de dominar algún día, ¡y espero que los jugadores más jóvenes puedan! Pero, obviamente, son grandes campeones. De los mejores campeones del deporte en general y, seguramente, la mejor generación de grandes jugadores que hemos tenido en el circuito.