Dos gestas para una final pura
España y Argentina disputarán el título en China, tras vencer a Australia, con épica, y Francia respectivamente.
"El partido entre Argentina y España será épico". Lo dice a pie de cancha Kobe Bryant, uno de los más grandes basquetbolistas de todos los tiempos. El estadounidense, multicampeón de la NBA y oro en los Juegos Olímpicos de Beijing, no podrá ver a su Selección peleando por el primer lugar. Pero se consuela, y no solo por cortesía, con el partido que animarán mañana sudamericanos y europeos, en la final del Mundial de Básquetbol de China.
Caminos distintos tomaron ambos elencos para llegar al último partido. España dio cuenta de Australia en un partido infartante, que se extendió en dos prórrogas, por 95-88. Los hispanos, con Marc Gasol como estandarte con 33 puntos (29 tras el descanso), se repusieron a tiempo del dominio oceánico, especialmente en los tableros y lograron llevar el duelo al suplementario (71-71), ayudados también por el tiro libre errado por Patty Mills (34 puntos) a cuatro segundos del final.
Ricky Rubio también destacó en el quinteto español, quedando muy cerca de un triple doble, con 19 puntos, 12 asistencias y 7 rebotes. Los rojos mostraron oficio y mayor fluidez en los últimos cinco minutos de extensión y con eso se instaló en la segunda final de su historia. La primera fue en 2006, en Japón, donde aplastó a Gracia 70-47.
Más tranquilo fue el paso que dio Argentina en la segunda semifinal. Dejando atrás el rótulo de sorpresa, después de eliminar a Serbia en cuartos, los transandinos controlaron de principio a fin su partido contra la poderosa Francia y se impusieron por 80-66.
El abrazo
El héroe de la jornada fue el veterano Luis Scola (39 años), quien se despachó 28 puntos y 13 rebotes. El último representante de la generación dorada del básquetbol argentino (subcampeona mundial en 2002, campeona olímpica en 2004 y bronce olímpico en Beijing 2008) anunció que esta era su última temporada activa y justo ahora está mostrando lo mejor de su juego.
En ese sentido, una de las imágenes del día en China fue su emotivo abrazo con Emanuel Ginóbili, el histórico escolta de Argentina y los Spurs, quien llegó directo desde el aeropuerto al coliseo donde su país avanzó a la tercera final del mundo de su historia. Su objetivo es igualar el título del orbe que obtuvo en 1950, como anfitrión de la edición inaugural del torneo, donde Chile acabó tercero, por encima de Brasil.
La gran definición se jugará mañana (9.00 de Chile). "Seguro que será un choque durísimo", anticipó Gasol, quien busca alcanzar en un mismo año el título de la NBA y la Copa del Mundo. "Son unos asesinos con mentalidad ganadora", fue la descripción que Facundo Campazzo lanzó desde el lado argentino. Las cartas están sobre la mesa. Dos elencos que juegan el básquet de verdad, muy colectivo y con defensas duras, se verán las caras en una definición espectacular.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.