La violencia vuelve a ser protagonista en el fútbol chileno. En particular, Universidad Católica sufre nuevamente por culpa de su barrabrava. En el final del juego ante Ñublense, en Santa Laura, mientras el marcador indicaba una ventaja de 2-0 en favor de los cruzados, el partido se vio bruscamente interrumpido por incidentes. Un grupo de forofos, ubicados en la Galería Honorino Landa del recinto de Unión Española, encendió bengalas y lanzó algunas al campo de juego. Además, se escucharon bombas de estruendo.
El encuentro debió estar detenido durante nueve minutos. En ese lapso, algunos fanáticos de la Franja, ubicados en otros sectores del estadio, decidieron salir anticipadamente para resguardar su integridad. Pese a la opción de suspensión, lo concreto es que el árbitro Diego Flores determinó continuar con el encuentro una vez que sucedió este asunto. Además, desde el sector de la barra se mostró un lienzo en contra de los dirigentes de Cruzados y Estadio Seguro.
La alerta estaba activada. Después de ver las cámaras, hubo advertencias de movimientos extraños, de barristas. Primero sacaron el lienzo contra la dirigencia, que lo desplegaron en cuatro o cinco partes. A raíz de la advertencia, ya estaba coordinado con los árbitros de que si los fanáticos prendían artificio y era peligroso, el partido sería detenido, para evitar heridos o daños. Carabineros, a través de cámaras, individualizó y detuvo a tres barristas.
Con posterioridad, desde Carabineros dieron cuenta de las detenciones y las razones de las mismas. Luego de realizar la revisión de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de Santa Laura, se logró la detención de tres individuos, dos menores de edad y un adulto, que tuvieron participación en activar y manipular fuegos artificiales, lo que finalmente conllevó la interrupción momentánea del partido.
Un nuevo evento de violencia pone en jaque al fútbol chileno y, particularmente, a la Católica. La de hoy se une a una lista cada vez más larga de situaciones que involucran a una fracción de la barra del cuadro franjeado. Tras los sucesos ante Ñublense, Juan Tagle (presidente de Cruzados) anunció querellas contra el “grupo de delincuentes” que hicieron tales incidentes.