Dos semanas con balón
Tras su turbulenta llegada y sus frases torpes, Alfredo Arias se aplicó a la reconstrucción de la U. Mucho diálogo, ejercicios siempre con pelota y afinamiento de la puntería, las máximas de su día a día.
Alfredo Arias ya no quiere meter más la pata. Intenta mantenerse al margen del conflicto que rodea a Universidad de Chile. Ya no habla de la salida de Carlos Heller, ni del cambio de directorio que ocurrirá en la junta de accionistas. En su conferencia de prensa ayer, que duró 42 minutos, ni siquiera nombró a Frank Kudelka, a quien hace unas semanas le dedicó unas palabras. "Decidí que solo voy a hablar de fútbol. No voy a contestar ese tipo de preguntas". Insistido por el momento institucional, tiró de ironía: "Estamos mejor imposible, como la película de Jack Nicholson".
Es que Arias sabe que está contra el tiempo. Y que por ahora sólo había hablado y pedido perdón, sucesivamente. Estas dos semanas de para por la fecha FIFA, y de silencio, las dedicó a trabajar en la reconstrucción de la U. Muchos días de observación que le ayudaron a diagnosticar la principal falencia que hoy tiene a la U peleando en los últimos lugares del torneo. Arias tiene una conclusión: falta el gol.
Los entrenamientos de Arias se han basado en situaciones y conceptos que los jugadores enfrentarán sí o sí durante los partidos. Desde el calentamiento, los jugadores están con balón en sus pies. Y no lo sueltan ni para el trabajo físico. Y lo explica: "Siempre con balón; si eligieron este deporte es porque se juega con una pelota".
Ante Universidad de Concepción, ya hubo un ejercicio que llamó la atención en la previa. El técnico mandó al equipo a la cancha y lo obligó a ordenarse en una fila y rematar a portería. Uno a uno, con cara de sorpresa, los jugadores remataron a la portería de Johnny Herrera. Balón y gol, balón y gol, esa es la rutina.
La falta de gol se ha transformado en la máxima inquietud. El DT y sus ayudantes han sostenido charlas individuales con los delanteros, y a su vez han intensificado los ejercicios de definición. Mucho diálogo y mucho remate. No es normal, sostienen, que el máximo goleador sea un lateral derecho como Matías Rodríguez, con tres anotaciones. Lo siguen Leandro Benegas, Nicolás Guerra y Johnny Herrera. con un gol. Y ninguno Ángelo Henríquez, el primer damnificado de las decisiones de Arias. No ha sido citado para el viaje a Antofagasta.
Sí ha tomado un protagonismo sorpresivo Matías Campos López, a quien Kudelka no tomaba en cuenta. "Tenemos cinco centrodelantero y solo dos ocupan esa posición. Siempre habrá alguien afuera que tendrá que redoblar sus esfuerzos y las ganas y ese es el mensaje para todos. Si convierten goles, aumentará su opción de estar el siguiente domingo. No es fácil errar goles, a uno se le viene el mundo abajo", explicó.
El DT busca mejorar la conexión entre volantes y atacantes. "Es toda una cadena en el fútbol, nada es separado. Hoy intentamos los que crean más sean los defensas y los que marquen más sean los delanteros. Los roles se han cambiado en algunos casos y eso a veces al jugador le cuesta entenderlo", dice.
Ayer, Arias paró un equipo en el que insiste con una línea de tres en el fondo, con Barrios como central por la derecha, Carrasco por la izquierda y Vittor como último hombre. En la ofensiva, en tanto, pone todas sus fichas en Matias Campos López. Por primera vez desde hace un mes Beausejour entró en la lista.
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