El supuesto aporte del gobierno de Augusto Pinochet para la construcción del estadio Monumental es uno de los estigmas que Colo Colo nunca ha podido sacarse. Los detractores del club albo e incluso alguna autoridad, como el entonces alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat, afirman que hubo colaboración de la dictadura para la cristalización del sueño del Cacique. El 1 de octubre de 1988, La Tercera tituló "¡300 millones para Estadio Colo Colo!".
"Pinochet ordenó fondos para terminar segunda fase del complejo deportivo", consigna la crónica publicada en páginas interiores. Un día antes, Peter Dragicevic y Eduardo Menichetti, presidentes del club y de la inmobiliaria, respectivamente, habían visitado a Pinochet en La Moneda.
"Eso que se relata es correcto. Fuimos invitados a la Moneda y se nos dijo que se quería colaborar con el estadio", afirma Dragicevic. El dirigente aclara de inmediato que la colaboración no tendría relación alguna con la terminación del estadio Monumental, que ya estaba financiada. "Si querían colaborar para la construcción de una sede social, de una piscina, en una segunda etapa del proyecto, podían hacerlo, pero era diferente al fútbol profesional. Eso quedó muy claro en esa reunión. La ayuda quedó sin efecto", afirma el exdirectivo.
Los mentados 300 millones, en versión del ex timonel albo, ni siquiera llegaron al club. "No se entregó ese dinero. La Digeder dijo que no existían lo fondos. No sé en qué quedó. Incluso en esa época ofrecí una conferencia de prensa en la que aclaré que esos 300 millones jamás llegaron al club. No hubo nada. Cero peso. Es muy fácil constatarlo. Seguir cacareando sobre el asunto es un poco odioso. Si hubiera sido,habría que haberlo reconocido. No se materializó nada", enfatiza.
Dragicevic evitar juzgar un eventual intento de utilización de la imagen del club albo por parte de Pinochet. "Es absolutamente impropio calificar intenciones. Siempre me mantuve al margen de toda inclinación política. Colo Colo es transversal. Nadie puede decir cuál es mi tendencia política. Hablar de intenciones no me parece correcto. No tengo antecedentes como para vincular", sostiene.
Y también aborda eventuales colaboraciones estatales para el proyecto, como planteó Sabat. "Colo Colo era una corporación sin fines de lucro, por lo tanto existía esa obligación estatal de vincularse a ciertas cuestiones. Pero, por ejemplo, el cierre perimetral del predio, que se hizo en la época de Alejandro Ascuí fue canjeado por terrenos que se le cedieron a la municipalidad.
Relaciones frías
Jorge Vergara, entonces secretario general de Colo Colo, agrega otro dato: la relación entre el gobierno de Pinochet se enfrió después de que el club rechazara la propuesta. Incluso, en La Moneda plantearon una insólita exigencia: reducir el aforo del recinto. ¿La intención? Que el Monumental no se transformara en una competencia para el Estadio Nacional, sobre todo en materia publicitaria. "El tema del estadio Monumental significó mi salida del Ejército y la del general Carlos Ojeda de la Digeder. Los 300 millones de los que tanto se ha hablado jamás se materializaron", asevera.
Vergara dice que hay testigos, incluso de otros clubes, de que esos dineros nunca llegaron a Colo Colo. "El Monumental es una obra de los colocolinos y una parte de un proyecto que incluía potenciar el equipo y ganar la Libertadores, que la conseguimos un año después de lo que teníamos previsto", concluye.