Joel Fernández integra la selección de Bolivia que disputa el Sudamericano Sub 20 de Chile. Llegó al combinado de Sixto Vizuete como jugador de Boca Juniors. Nació en Buenos Aires y creció en la capital argentina. Su historia está cargada de situaciones dramáticas y extremas.
"Mi papá cayó preso cuando yo tenía dos años y estuvo más de diez entrando y saliendo, yo casi nunca lo tuve", recuerda el futbolista en una nota publicada por TyC Sports que aborda extensamente las difíciles situaciones que le tocó vivir. De los problemas de su padre se deriva que Fernández no haya podido jugar el Sudamericano Sub 17 por Bolivia. Requería de una autorización que, estando en situación de calle, su progenitor nunca se presentó a firmar.
Hubo más y peor. "Llegué a revolver la basura para buscar comida, a dormir en el piso porque no tenía colchón", cuenta en el reportaje. Para colmo, el asma le impedía practicar deportes aunque el baby fútbol terminó cambiándole la vida. Su padrino lo llevó. "Con una condición -autorizó su madre-, si se enferma, no va más". Dos años más tarde llegó a Boca. Su primer Superclásico lo disputó con zapatos prestados.
"Todo lo que me pasó de chico me hizo más fuerte, y lo que hizo mi papá me sirvió para saber qué es lo que no tengo que hacer y qué es lo que quiero para mi vida", concluye el jugador.