Atlético Nacional, el próximo rival de Universidad Católica en el debut en la Copa Libertadores, tiene en su banquillo a un entrenador con cartel mundialista. Desde comienzos de este año, el timón del equipo colombiano lo lleva Alexander Borges Guimarães (Maceió, Brasil; 1959), quien, con Costa Rica, su país de adopción, disputó como jugador la Copa del Mundo en 1990; y como técnico la dirigió en los campeonatos de 2002 y 2006.
En poco tiempo, “Guima” le ha dado su impronta a Nacional y ya en Medellín empiezan a soñar con la reedición de los éxitos que logró recientemente con América de Cali, al que llevó al título local en 2019. Precisamente, con este equipo, del que salió durante el parón obligado por la pandemia, enfrentó a Católica en marzo de 2020 por la Libertadores. Ahora, casi un año después, repetirá el duelo ante los cruzados, pero en un banco diferente.
¿Cómo llega Nacional para el encuentro ante Universidad Católica?
Nos ha ido bien hasta el momento. Estamos pensando en la manera en la que vamos a enfrentar a Católica. El plantel de Nacional cada vez está más convencido. Tenemos una forma clara de juego y estamos siendo competitivos tanto en el torneo local, donde terminamos primeros del todos contra todos y fuimos el equipo más goleador (37 tantos en 18 partidos) y uno de los menos goleados (15); como en Libertadores, donde pasamos las fases previas siendo contundentes.
Hace poco más de un año enfrentó a Católica cuando dirigía a América de Cali. ¿Es esto una ventaja?
Sí, me tocó enfrentarlo en la edición anterior allá en Chile. Está claro que es un equipo distinto, no solo han cambiado de entrenador, sino también en las zonas del campo donde se defienden, dependiendo del marcador de cada partido. Sabemos que siguen manteniendo jugadores desequilibrantes, que nos obligarán a estar muy atentos en las marcas; pero más allá de lo que tengan ellos, lo que queremos es hacer valer la localía, como hemos hecho hasta ahora.
A propósito de la condición de local, ¿les perjudica tener que jugar en Pereira en lugar de competir en su estadio en Medellín?
Tenemos la referencia de la cancha donde vamos a jugar. A los jugadores les sentó bien la noticia de que jugaríamos allí. Hemos hecho varias consultas con personas del fútbol, incluso con la gente de Brasil que jugó allí el Sudamericano sub-20. Es una lástima que no podamos jugar en el Atanasio, pero nos han dado las facilidades para jugar en este estadio y nos toca tratar de hacer valer la localía. Es una buena cancha, tiene buenas medidas, el césped es bueno, bajo y rápido. Tenemos que salir a imponer nuestras condiciones.
¿Han tenido que disputar dos fases previas (ante Guaraní y Libertad) en paralelo con el torneo doméstico, ¿cómo llegan físicamente?
Tenemos el equipo completo, hicimos las PCR y no tenemos ningún problema. La recuperación de los que jugaron el domingo está siendo buena, no tenemos mucho tiempo entre partidos. Y el grupo que no jugó el fin de semana ha podido tener tres días de entrenamientos, lo que es poco usual cuando tenemos esta frecuencia de partidos. Hemos acertado en la escogencia de los jugadores y en contar con dos grupos, lo que se ha notado en los resultados y en el físico del equipo.
Contra Libertad, cayeron en Paraguay y empezaron perdiendo en la revancha en Medellín, ¿qué les dejó esta llave de la fase previa de la Libertadores?
Quedé muy contento por el rendimiento, fue extraordinario. Vencimos a dos rivales muy fuertes. Mostramos un carácter de los equipos ganadores. Fue difícil revertir una diferencia de dos goles, pero supimos por dónde atacar y por dónde llevar el balón para que el rival no hiciera sus contraataques. Estar en la fase de grupos nos da una confianza en nuestro trabajo y los jugadores están entregados a lo que les estamos proponiendo. Tenemos versatilidad, diferentes perfiles para atacar y ahora trataremos de empezar a hacer esa caminata para clasificar a la siguiente fase.
¿Cómo es el estilo de juego de su equipo?
Lo que más me preocupa es que los jugadores entiendan la idea que proponemos. Y esta propuesta nunca es defensiva, sino de tener equilibrio, ser compensados, y con ello dar seguridad para que los jugadores que pasen al ataque sepan que sus espaldas van a estar cubiertas, y que vayan conociendo los espacios del campo por los que se tiene que recorrer. No importa el dibujo: en Nacional hemos jugado con tres o con cuatro atrás, o con tres el medio, o con dos delanteros, o con dos extremos… todos mis equipos, gracias a la calidad y el profesionalismo de los jugadores, han entendido qué es lo que queremos.
“Siempre queremos jugar al máximo de nuestras posibilidades”
Ahora que entran en la fase de grupos de la Libertadores, ¿van a priorizar un torneo o darán prioridad a ambos?
Hemos hecho rotaciones con el fin de llegar a esta seguidilla de partidos con la intención de ir por todo. La continuidad de los partidos y la recuperación de los jugadores ya nos irá diciendo hasta dónde podemos avanzar. El jugador siempre quiere jugar este tipo de partidos. Cuando se juega seguido y se hacen viajes a otros partidos, la planificación debe ser perfecta. Esto nos ha permitido tras cada partido entrenar en los lugares donde jugamos para recuperar inmediatamente al plantel; y descansar en el mismo lugar para después ir hacia el próximo destino. Los jugadores han entendido que deben mantener sus burbujas para luego no tener problemas con las pruebas PCR. El descanso y la alimentación también son claves en nuestra planificación. Siempre queremos jugar al máximo de nuestras posibilidades, y para eso todos estos aspectos deben funcionar a la perfección.
En los duelos anteriores, las bandas, en especial la espalda de los laterales, ha sido uno de los puntos débiles de Nacional. ¿Teme que Católica pueda aprovechar este aspecto?
En los días de entrenamientos previo al partido, hemos priorizado nuestras virtudes. Hemos sugerido en los ejercicios cómo intentar no ser atacados en frentes donde el rival se pueda sentir cómodo. Lo que pasa es que nuestra prioridad es hacer daño al rival y cómo, pese a estar atacando, poder defender bien. Si esto funciona, podremos tener el control del partido. Católica nos puede atacar, como nos han atacado otros equipos, pero no puedo estar pensando en esta situación, ya que nuestro funcionamiento es más para agredir al rival.
Usted ha disputado Mundiales y, además, ha dirigido en destinos exóticos como Emiratos Árabes Unidos, China e India, ¿qué le han dejado estas experiencias?
Sí, he dirigido en dos Mundiales con mi país, Costa Rica, y he tenido la oportunidad de trabajar en tres continentes diferentes. Asia siempre me ha llamado la atención. Por eso, me sedujo cuando vino la primera invitación para ir a Emiratos Árabes Unidos. Estuve dos años y fui campeón con Al Wasl. Luego vino la oportunidad de ir a China e India. Completé un viaje soñado por tres de la culturas más emblemáticas del planeta y me atrajo trabajar en lugares en los que el fútbol se está desarrollando. Además, compartí con grandes entrenadores, como Lippi, Antic, que en paz descanse, Eriksson, además de jugadores de talla mundial, que estaban en su etapa de madurez.