La derrota ante Al Hilal fue un golpe duro e inesperado para Flamengo. El campeón de la Copa Libertadores pensaba que el rival de Arabia Saudita sería un escollo salvable, pero la realidad dio en la cara de los cariocas y del técnico portugués Vítor Pereira.

El DT reclamó fuertemente por el arbitraje del rumano Istvan Kovacs, a quien culpó directamente por la eliminación de los cariocas en el Mundial de Clubes de Marruecos.

“Nos preparamos para este rival, estudiamos al rival, pero para lo que no nos preparamos es para un arbitraje que no se ajusta al nivel de la competición. Una falta de criterio muy grande, un arbitraje provocador. Si no fuera por la personalidad de nuestros jugadores, estoy convencido de que terminaríamos el partido con más expulsiones”, dijo el ex técnico de Corinthians.

Asimismo, abundó en que “hubo una permisividad con las paradas una tras otra. En la primera parte, lo que recuerdo es que llegaron dos veces a nuestra portería, los dos penales. Por eso, en el 11 contra 11 éramos mucho más un equipo. Propusimos el juego, pero no supimos traducirlo en goles. En la segunda mitad, con uno menos, se nos hizo más difícil”.

Consultado por los cambios en el segundo tiempo, el lusitano explicó que las decisiones son su responsabilidad, pero advirtió que el hecho de quedar con un hombre menos obligó a ese planteamiento.

“No saqué a De Arrascaeta por su estado físico, fue por la expulsión. Si hubiéramos jugado 11 contra 11 seguro que ganábamos. Gerson y Thiago son jugadores que equilibran con su percepción y capacidad física; apoyan a Pedro, Gabigol, Everton Ribeiro. Pero, con el resultado y uno menos, el entrenador tiene que tomar decisiones. Pueden ser discutibles, pero es mi criterio”.

El enojo de Gabigol

Más directo fue el delantero Gabriel Barbosa, quien también abogó a la falta de trabajo durante este año para explicar la derrota del cuadro más popular de Brasil.

“Claro que es una derrota muy dolorosa, el tiempo en el trabajo obviamente influye, no hay manera de que podamos decir que no. La derrota nos toca mucho, pero venimos con mucho orgullo. Aún nos queda un partido más, defendemos al club más grande de Brasil. Se sufre hoy y mañana tenemos que superarlo”, dijo el exInter de Milán.

Asimismo, también culpó al juez rumano Istvan Kovacs, ya que “fue un arbitraje completamente dudoso. Ya antes del partido estaba hablando con la gente, encarando a los jugadores. Nos acercamos a decir cosas normales del juego y mostró tarjetas. Fue así conmigo. Hice falta y no hablé con él, quería que siguiera el partido, pero igual me sacó la tarjeta”.

El Deportivo