Rafael Dudamel dirá adiós a Universidad de Chile. No lo hará este martes, como se esperaba, un día después de caer ante Audax Italiano. Las propias palabras del DT, quien aseguró que debía analizar su futuro con el presidente Aubert, comenzaron a pavimentar su futuro lejos del equipo laico.
“Lo más seguro es que en los próximos días tendremos una conversación con el presidente del club para encontrar la mejor solución para la U (...) Tengo total claridad sobre las repercusiones que pueda traer este resultado. Asumo toda la responsabilidad”, manifestó el técnico tras el partido ante los de La Florida.
Días más o días menos a cargo del club, su vínculo con los azules ya está sentenciado. No seguirá en el equipo estudiantil. La idea de Azul Azul, sin embargo, es que el venezolano comande el partido frente a Palestino, en el Municipal de La Cisterna. A pocos días del enfrentamiento, un cambio de este tipo podría revolver más aún a la institución. Más aún si se considera que será el último partido de los azules, previo al receso por la Copa América.
En la U negocian peso por peso. Los nuevos inversionistas ya tendrán su primera tarea. Este viernes, luego de la renuncia de los seis miembros de la mesa que estaban bajo las acciones de Heller, se conformará la directiva por los próximos 12 meses. Y de entrada, deberán buscar técnico. Ayer, en tanto, Goldberg y Vargas se despidieron del plantel.
Dudamel ingresó cerca de las 14 horas al Centro Deportivo Azul. Lo hizo solo, en su vehículo particular. No hubo reunión presencial con Cristián Aubert, quien ayer siguió todo el conflicto de manera remota. Fue un día de negociaciones para sellar la salida de DT.
Lo que sí está asumido es que el elástico se estiró demasiado. Las paupérrimas actuaciones recientes de Universidad de Chile se llevaron por delante el ciclo de Rafael Dudamel. Bajo el mando del venezolano, los azules nunca lograron convencer futbolísticamente y las últimas dos derrotas en Rancagua, ante Everton (0-1) y Audax Italiano (2-1) terminaron por sepultar el proceso del exseleccionador vinotinto.
Los 11 puntos que ubican a la U en el duodécimo lugar reflejan la discreta campaña que, más allá de los números, ha mostrado hasta ahora una muy pobre expresión futbolística. Tres triunfos, dos empates y tres derrotas es el saldo que deja el DT. Además, durante su periodo debió enfrentar una tensa relación con el camarín, que derivó en la salida -y posterior retiro- de Walter Montillo. En total, las cifras de rendimiento no llegan al 50%. Ocho triunfos, 11 empates y seis derrotas rubrican un 46,6%.
Y mientras la U negocia su salida, en Azul Azul ya reciben los nombres de diferentes candidatos para tomar la banca que dejará el llanero. Eduardo Domínguez, hoy en Colón de Santa Fe, es uno de los nombres que gusta. También está Gustavo Costas, quien estuvo a cargo de Guaraní hasta enero. Francisco Meneghini, extécnico de Audax Italiano, también suma bonos por su conocimiento de la institución pues trabajó en la época de Jorge Sampaoli y Sebastián Beccacece.
El acuerdo de Dudamel
El contrato que vinculaba a Dudamel hasta diciembre de este año, le reportaba US$ 32 mil mensuales, además de otros US$ 4 mil por concepto de arriendo de vivienda. Ese vínculo presentaba una cláusula de rescisión, a partir del fin del Torneo Nacional anterior, que le permitía a cualquiera de las dos partes poner fin a la relación cancelando una indemnización equivalente a la cifra menor entre las remuneraciones pendientes hasta la finalización del contrato, o cuatro sueldos mensuales. Es decir, el DT recibirá una indemnización de US$ 128 mil.
Con la salida del venezolano, los nuevos dueños de la U ahora no solo buscan un gerente deportivo, sino también deberán abocarse a la contratación de un entrenador para afrontar el resto del campeonato. En ese sentido, la idea es aprovechar el receso por Eliminatorias y Copa América para que el futuro cuerpo técnico tenga un margen de adaptación.