Sábado 5 de junio. Estadio Municipal de La Cisterna. Universidad de Chile iguala sin goles con Palestino ante un estadio vacío, como consecuencia de la pandemia. Ese encuentro fue la sentencia al periodo de Rafael Dudamel al mando de los universitarios. Llegó a su fin una etapa con más sombras que luces, porque el funcionamiento del equipo nunca convenció a los exigentes hinchas y los resultados tampoco acompañaron. Casi seis meses después, el momento de los azules está en un punto crítico, con una larga racha sin ganar, cuatro partidos sin hacer goles y peleando por mantener la categoría.
“Lo viví con tristeza (el último partido), porque no era lo planteado cuando llegamos a Chile. Pero hoy quiero compartir con todos ustedes, más de cómo lo viví, el cómo me voy. Nos vamos en paz. Nos vamos tranquilos. No nos vamos felices porque nos imaginábamos al final de temporada dando vuelta olímpica. El trabajo había sido arduo y exigente, pero nos hemos dado por completo. Nos vamos en paz porque nos hemos entregado al máximo. Le pedimos eso también a los futbolistas, que se sientan en paz y tranquilos... Fueron escasos seis meses, pero intensos y de mucho aprendizaje”, manifestó el venezolano al despedirse del fútbol chileno.
El exseleccionador de la Vinotinto dirigió 26 partidos en la U con ocho triunfos, 12 empates y seis derrotas, arrojando un 46,2% de rendimiento. Hoy, el panorama es completamente distinto para Dudamel. Inmerso en un nuevo proyecto en Colombia, el horizonte es mucho más halagüeño para el exarquero. Un segundo aire luego de sus malos procesos tanto en Atlético Mineiro como en la U. de Chile.
A inicios de septiembre asumió en Deportivo Cali, reemplazando a otro viejo conocido de los universitarios y que también se fue por la puerta de atrás: el uruguayo Alfredo Arias. Dudamel no es cualquier apellido para el equipo verdiblanco. Se trata de un ídolo de la institución, en la cual fue el arquero entre 1998 y 2001. Fue campeón del torneo colombiano de 1998 y uno de los principales valores en la campaña que llevó a los azucareros a la final de la Libertadores 1999, la que perdieron en lanzamientos penales ante el Palmeiras de Luiz Felipe Scolari.
El estratega debutó a cargo del equipo el 8 de septiembre, en un empate 2-2 con el América de Cali (el archirrival) por la Copa Colombia. El inicio no fue positivo desde los resultados, porque el segundo partido que dirigió lo perdió ante el mismo club escarlata. Con el paso de los encuentros, Dudamel le tomó la mano a su plantel y mejoró de manera considerable al Deportivo Cali. Tuvo dos rachas importantes. La primera fue entre el 15 de septiembre y el 16 de octubre, con siete partidos al hilo sin perder (tres victorias y cuatro empates). La más reciente fue entre el 24 de octubre y el 7 de noviembre, con cuatro victorias consecutivas, convirtiendo 10 goles y recibiendo solo uno.
En la fase regular del Clausura de la Primera División, el Cali acabó séptimo con 31 puntos, clasificando a los cuadrangulares finales por el título. La fase final arrancó este sábado con una victoria de 2-1 sobre Deportivo Pereira. Dudamel ha dirigido 16 partidos con los verdiblancos, exhibiendo ocho triunfos, cinco igualdades y tres derrotas, un 60,4% de rendimiento. Con 10 partidos menos, ya tiene la misma cantidad de victorias que alcanzó con la U.
“Desde lo estratégico quedo muy satisfecho con la forma en la que desarrollamos el juego, porque teníamos que sumarle mucho juego a la intensidad y a la concentración. Debíamos estar muy concentrados en las transiciones ataque-defensa porque nosotros proponíamos y ellos esperaban. Las cosas se hicieron bien y quedo complacido por el entendimiento táctico”, dijo Dudamel al cabo del primer partido de los playoffs.
En el ámbito personal, la familia Dudamel tuvo otra alegría recientemente. Amanda, hija del estratega, fue elegida como Miss Venezuela 2021.