Rafael Dudamel vive su momento más complicado como técnico de Universidad de Chile. No tan solo por las dudas que genera en la cancha, eliminado en la primera fase de la Copa Libertadores, con la excusa de competir con un plantel totalmente diezmado por las bajas por Covid. A eso se le suma el dubitativo arranque frente a Huachipato por el Torneo Nacional, en el duelo que terminó en igualdad en Rancagua. Desde su arribo a fines de la temporada 2020, suma 18 partidos oficiales, 16 por torneos nacionales y dos por Copa Libertadores, en la que anota cinco victorias, diez empates y tres derrotas. 20 goles a favor y 15 en contra. Un rendimiento del 46.3% (25 de 54 puntos jugados).
Dudamel comienza a agotar todos sus créditos. La reunión privada que organizó en su hogar en situación de cuarentena, y que reconoció ayer en conferencia de prensa, generó molestia entre la dirigencia estudiantil. Más aún cuando nadie de la institución sabía que la cita se llevaría a cabo. Según cuentan desde el CDA, el venezolano “estaba muy muy afectado; se dio cuenta de lo que hizo y lo que puede pasar”. “Muchas veces queremos compartir y complementar información sobre el juego y desde esa idea, si es cierto que entraron y salieron algunos jugadores de mi residencia. En donde yo les esperaba con mi cuerpo técnico, tres o cuatro de ellos, para poder compartir alguna información”, se justificó en conferencia.
El DT ofreció disculpas, en la reunión a la que fue citado a primera hora con la gerencia estudiantil. En la U pensaron que incluso el DT pondría su cargo a disposición, algo que finalmente no ocurrió. En el segundo piso de La Cisterna se conversó la posibilidad de despedirlo por el grave error que los exponía aún más, luego del brote que se originó en el plantel en la previa a la Copa. Más aún cuando hace varias semanas circulaba la información que el llanero había realizado una comida con el plantel en su domicilio, incluso en la previa al duelo frente al cuadro argentino. En conversación con El Deportivo, Rodrigo Godlberg, el director deportivo, lo aclaraba: “Comida de plantel no hubo. Si hubo algo privado, será parte de las averiguaciones que haremos. Yo no tengo antecedentes”. La dirigencia, luego de analizar las variables que se presentaron sobre la mesa, definió que echar al DT solo ocurrirá por motivos deportivos.
La Seremi de Salud Metropolitana inicia la búsqueda de información. “Hemos recibido antecedentes de esta reunión social en el hogar del director técnico, que no corresponde por ningún motivo. Recordemos, en cuarentena no se puede realizar ninguna reunión social. Está totalmente prohibido. Y quiero reforzar la importancia de esta medida. Si estamos todos en cuarentena es porque tenemos una situación epidemiológica compleja y si tenemos este tipo de actitudes estamos poniendo en riesgo la salud de las personas. Por lo tanto, en este caso particular, vamos a recabar los antecedentes y se iniciará un sumario sanitario”, afirma la seremi Paula Labra. De hecho, para esta jornada se esperaba que funcionarios de la repartición pública asistieran al CDA para notificar al entrenador respecto del inicio de la investigación. Dudamel se expone a una cuantiosa multa.
Desde la ANFP están recabando antecedentes para aplicar multas mientras la Comisión Médica llamó a actuar con mayor responsabilidad. “Lamentamos la situación que ocurrió con el técnico de Universidad de Chile. Evidentemente no va en línea con lo planteado y creemos que después de la reunión de anoche se debe tomar más conciencia en relación a que los protocolos sanitarios deben ser respetados porque se ponen en riesgo la salud de todos”, señaló César Kalazich.
El contrato que afirma a Dudamel
El entrenador tiene contrato hasta diciembre de este año y percibe US$ 32 mil mensuales ($ 23.456.000), pagados en la divisa estadounidense, además de una asignación de vivienda de US$ 4 mil. Sin embargo, ese vínculo tiene una cláusula de rescisión que se puso a petición del club, que en un inicio se contempló a partir del 1 de febrero, pero que se prorrogó, debido al aplazamiento del final del torneo.
En ese caso, cualquiera de las partes puede poner término a la relación, cancelando una indemnización equivalente a la cifra menor entre las remuneraciones pendientes hasta la finalización del contrato, o cuatro sueldos mensuales. Es decir, despedir a Dudamel le cuesta a la concesionaria US$ 128 mil ($ 93.824.000).