El alero Kevin Durant controló sus emociones de la muerte de un amigo de la infancia que había sido asesinado en la madrugada del jueves y encabezó el ataque de los Warriors de Golden State, que se impusieron por 112-89 a los Pacers de Indiana.

Durant acabó el partido con 15 puntos, seis asistencias y tres tapones, mientras que el pívot DeMarcus Cousins, que volvió como titular del equipo, fue el máximo encestador al conseguir 19 puntos, 11 rebotes y cuatro asistencias.

Junto a Cousins y Durant, el escolta Klay Thompson llegó a los 18 puntos tras anotar 7 de 18 tiros de campo, pero falló cinco de seis intentos de triple.

El base Stephen Curry logró otros 15 puntos, incluidos 12 con los cuatro triples que anotó en el tercer periodo, cuando los Warriors rompieron el marcador a su favor con un parcial de 35 tantos por sólo 19 de los Pacers.

La victoria permitió a los Warriors ponerse con marca de 44-29, que es la mejor de la Conferencia Oeste y la tercera de la liga, tras las que tienen los Bucks de Milwaukee (53-19) y Raptors de Toronto (51-21), primeros en la Conferencia Este, y los dos mejores de la liga.

El entrenador de los Warriors, Steve Kerr, reconoció que el equipo había mostrado una gran energía y espíritu de lucha como demostración que el grupo comenzaba a sentirse identificado.

El escolta Tyreke Evans anotó 20 puntos como líder de los Pacers, que sufrieron la cuarta derrota consecutiva, aunque se mantienen en el cuarto lugar de la Conferencia Este con marca de 44-29.

Mientras que el ala-pívot Thaddeus Young aportó otros 18 puntos, que no tuvieron en el banquillo a su entrenador Nate McMillan, que se ausentó por razones "familiares".