Dusan Bonacic (24) es la estrella y el capitán de la selección chilena de vóleibol. No es motivador, pero manda. Con señas, indica dónde dirigir los saques. Si el piso se humedece, pide que lo sequen; y si queda mal, lo termina con su zapatilla. Habla hasta en las indicaciones del técnico antes del partido. Es el mejor sacador, bloqueador, y rematador. Es la figura. Primo de los Grimalt, de descendencia croata y danesa, el colorín (1,96 metros) fue clave en el histórico bronce sudamericano y debe serlo en el Preolímpico, enero en Chile, que entrega un cupo a Tokio 2020.
¿Cómo se trabajó la revancha con Venezuela?
Fue una mezcla de nuestro mejor juego y el aliento de la gente. Lo de Monticello fue como estar jugando en el patio de la casa. Que nos sigan alentando en el Preolímpico.
¿Qué se le viene ahora?
Dejo Italia y voy a Gigantes del Sur, en Neuquén, primera liga argentina. Ya jugué ese campeonato dos años, sé a lo que voy. Me ofreció un desafío enorme con una oferta que no pude rechazar, y quiere estar arriba. Voy a darle con todo para después volver a la Selección y buscar ese cupo olímpico.
¿Es un retroceso?
Para nada. Mis dos mejores temporadas, donde más entrené y mejor jugué, fue en Argentina. El técnico sacó campeón a Argentina en el Mundial Sub 23. Así que sé que voy a trabajar y mejorar. Todo para luego ponerlo a disposición de la selección.
Lo de la música a todo volumen en los partidos... ¿Cómo lo llevan?
Si es tecno, bien. Con el tecno me concentro cuando vengo camino a los partidos, o en el camarín. Me apasiona. Llevo muchos años sacándole el gusto, perfeccionándolo. Es lo que más me motiva, me mantiene al tope de mis capacidades. El reguetón, por ejemplo, no me gusta mucho.
¿Qué trata de hacer en sus días libres en Chile?
Familia, amigos y gimnasio. Soy de cosas simples. Con ir al parque o a ver el atardecer, soy feliz. También veo series, leo libros... Y tocar tecno con las máquinas.
¿Un DJ?
¿También es DJ?
La música no la hago yo, pero sí la toco. Es un hobby, para mí solo. No pretendo ser DJ, soy jugador de vóleibol. Son solo gustos para la intimidad.
Después del retiro, quizás.
No, para nada. Ni pienso en el retiro. Pienso en jugar vóleibol, mejorar y seguir haciendo historia con Chile.