Alfio Basile ha demostrado ser alguien que respeta a rajatabla los códigos no escritos del fútbol. Uno de ellos es que al vestuario no entra gente ajena al plantel y cuerpo técnico. Así lo demostró durante el último fin de semana, cuando buscó sacar a la periodista Sofía Martínez del camarín de la Bombonera. Poco le importó al extécnico que se tratara de un encuentro amistoso y de homenaje. Nadie se salva de la actitud del otrora DT de Boca Juniors. Ni siquiera el Papa Francisco, quien vivió un hecho similar a fines de los 90.
El pontífice es un reconocido hincha de San Lorenzo de Almagro. Ese fanatismo por el Ciclón se remonta a su infancia. Ha contado que a los 10 años quedó maravillado con el equipo de 1946 y desde entonces los apoya en todas las competencias. De hecho, no es solo una actitud, su afición la demuestra con hechos. Es socio de la institución que ganó la Copa Libertadores en 2014. Es por eso que, cuando vivía en Argentina, solía asistir a los duelos de local de los cuervos. Una costumbre que no abandonó ni siquiera cuando era Arzobispo de Buenos Aires. De hecho, cuando ocupaba aquel cargo ocurrió el curioso momento que involucró a Basile.
San Lorenzo no se encontraba en el Clausura 1998. De tal forma que tras la renuncia de Jorge Castelli, la directiva convenció al Coco de hacerse cargo del equipo. Su período en la banca azulgrana iniciaba el 13 de marzo. Solo dos semanas atrás, Jorge Mario Bergoglio se había hecho cargo de la Arquidiócesis de la capital transandina. En esa condición llegó al encuentro ante Platense. Previo al duelo, el obispo fue a visitar a los futbolistas. Sin embargo, se encontró con la negativa de su nuevo entrenador.
“Era el debut. Yo había hecho la arenga final. ‘Hoy debemos ganar y pasar por arriba, porque somos superiores’, no me acuerdo quien era el capitán, pero estaba en el medio, y levantaba a sus compañeros. En ese momento, entra un cura y se coloca en la puerta del camarín”, inició relatando Basile a TV Pública, en 2014.
“Al lado mío estaba Fernando Miele (presidente de San Lorenzo) y yo le pregunté quien es. Me respondió que venía siempre. Acostumbraba a saludar a los jugadores antes del partido. Yo le pedí que lo sacara. ‘¡Échalo ya!’, no quiero ver a ningún cura en el vestuario. No quería a nadie que me distrajera a los muchachos. Ahí va Miele y le pidió que se fuera”, complementa el exadiestrador.
Una de las curiosidades del caso es que Basile no cayó en cuenta que el obispo a quien le prohibió el paso era el actual máximo pontífice hasta que se lo dijeron. “En abril de 2013 me encontré con Biele y me dice: ‘¿Viste quien es el Papa?’. Obvio, le respondí, salió en todos lados, boludo, como no voy a saber. Y me dice: ‘No sabes. Ese es el que echaste tu del vestuario. Ahora es el Papa’. Una cosa increíble”, finaliza.
San Lorenzo venció por 4-1 a Platense en aquella jornada. La escuadra de Alfio Basile culminó en la quinta posición en aquel certamen y, con el connotado entrenador en el banco, el actual Papa no pudo ingresar de nuevo al camarín del Ciclón. “Yo no dejo entrar a nadie, menos en día de partido”, ha declarado en más de una ocasión.