Eduardo Berizzo asume la Roja prometiendo fútbol ofensivo, pero marcando distancias: “Solo Bielsa puede ser Bielsa”
El entrenador argentino ya es, con total propiedad, el nuevo técnico de la Selección. Por ahora, pone su foco en la próxima fecha FIFA, que considerará la gira asiática. Sin embargo, mira de reojo la resolución del órgano que rige al fútbol mundial respecto del caso Byron Castillo.
Eduardo Berizzo habla pausado, pero en sus palabras se nota la ilusión y la emoción por volver a una tierra de la que se encariñó. “Soy un agradecido del país que me dio trabajo. Mi trabajo comenzó aquí. Y luego tuve la oportunidad y suerte de comenzar a trabajar a nivel club aquí. Creo en lo que hago. Para mí es un elemento importante encabezar la conducción de un equipo en el que creo, en futbolistas en los que creo. De distintas edades. Mi responsabilidad es observarlo y elegir a los mejores, Me trae aquí el agradecimiento a un país”, plantea, a modo de introducción y, casi, de declaración de principios.
El Toto se retrotrae al proceso en que acompañó a Marcelo Bielsa y no elude la comparación. “Puede ser similar. Los ciclos en la vida y en el fútbol requieren de renovaciones y descubrimientos. Tendrá cosas en común con ese proceso. Descubrir a muchos futbolistas que tienen edad joven”, sostiene, en su primera comparecencia ante los medios de comunicación en el rol de seleccionador nacional.
El comienzo de su gestión no estuvo, ciertamente, exento de problemas. Sin ir más lejos, tuvo que ceder para que los futbolistas de Colo Colo pudieran actuar ante Ñublense. “Si me pregunta por el partido programado para hoy, creo que fue una programación dentro de la federación que necesitaba una solución en la que creí y permití que los futbolistas se integraran después del partido. Eso es una solución para los cuatro equipos. Después, existen normas y reglamentos. Llego a un medio que conozco y quiero establecer puentes de confianza. Los clubes necesitan a la Selección y nosotros a los clubes. La programación surgió de nosotros y necesitaba de un ajuste de nosotros”, establece.
“Las fechas FIFA tienen un reglamento que empieza hoy al mediodía. Como el error se originó en nuestra programación, pensé en resolverlo de forma correcta. Me interesa que jueguen en sus equipos. Y esto tiene relación con los cuatro clubes. El trato debe ser equitativo con todos. Por eso opté. Las fechas FIFA tienen una reglamentación y de cara a las fechas, quiero establecer con los clubes una relación de sincronía, de sinergia. No hay jugador que no se potencie al venir a la Selección. Y luego quiero que los jugadores jueguen en sus clubes”, ampliará más tarde.
Dos escenarios
El transandino sabe que se enfrenta a dos escenarios. Uno con Chile en el Mundial de Qatar, si prospera la denuncia por Byron Castillo y el otro con una mirada de largo aliento, pensando en la cita planetaria de 2026. “Cuando conversé con Francis, lo primero que le manifesté mis intenciones de continuidad. Necesito tiempo. Si los presidentes estaban de acuerdo con que la continuidad esté garantizada, me pareció ético plantear a los presidentes que el trabajo continúe”, sostiene en relación a un escenario que incluye las elecciones en la ANFP.
Luego, aborda lo que considera un pilar de su gestión, eludiendo el recambio como obligación perentoria. “Hay dos escenarios posibles. Concurrir al Mundial de Qatar, que aceleraría los plazos, o acudir al próximo. Si los plazos lo permiten, veremos nuevos jugadores. Pero, en cualquier caso, no separaría a los jugadores por una edad u otra, pero me gustaría aclarar que al a Selección se viene por rendimiento. Necesitaremos de todos y de un compromiso. No quiero puntualizar en estos, en recambios. Sí en que les vamos a prestar atención a jugadores que necesitan de ella. Que vamos a estar atentos a su trabajo”, enfatiza. “Creo que el rendimiento te trae aquí. El ahora. Nadie es bueno ayer. Para mí, no hay edades, verdaderamente. Un jugador de 20 años puede jugar en la Selección. No tendrá la experiencia, pero tiene el nivel. En dos años, en Paraguay debutaron más de 20 jugadores. Jugarán tenga la edad que tengan. Mi mirada estará puesta en el futbolista adulto que conozco, pero también en el joven que tengo que descubrir. Me voy a apoyar mucho en el trabajo de la Sub 20″, dirá después.
Lo que sí refuerza es en que necesitará y buscará el respaldo de los clubes. “A veces los equipos se desarrollan rápido y a veces no tanto, por eso quiero puntualizar que los clubes estén en sintonía. A veces eso tiene un tiempo. A veces resulta y a veces no. Vengo de una experiencia sin conseguir el objetivo. Uno revisa. Nadie gana eternamente ni pierde eternamente. A veces, los resultados no acompañan la calidad de tu trabajo. Las veces en que me ha ido mal he aprendido mucho más de las veces en que me fue bien. Esa experiencia me trae con fuerza aquí. Mientras más tiempo los jugadores pasan contigo, mayor es la penetración de la idea. El equipo se reconoce y juega de una manera”, plantea.
Un fútbol de ataque
Berizzo pasa por varios temas. Dice que no tiene problemas en asumir que en Paraguay no cumplió el objetivo, aunque subraya que se realizó bien el trabajo. Y reconoce que en esa instancia recibió una alerta respecto de la posible inclusión irregular del ecuatoriano Byron Castillo, que ahora tiene a Chile peleando por la clasificación administrativa al Mundial. “Cuando sucedió el partido entre Paraguay y Ecuador, hubo comentarios por el tema de Byron Castillo. Pero no pasó de ahí. Recuerdo haber escuchado el relato, pero no pasar de allí”, recuerda.
También reconoce que habla permanentemente con Marcelo Bielsa. “Converso a menudo con Bielsa y claro que conversamos de mi llegada. He sido su jugador, su compañero y soy su amigo. Solamente Bielsa puede ser Bielsa. Los que trabajamos con él y nos empapamos de sus convicciones y aprendimos que la creencia son los caminos que uno quisiera imitar. Después, en el entrenamiento, solo él puede ser quien es. Después, los demás intentamos. Soy otra persona y eso me convierte en otro entrenador diferente. Sí me gusta atacar, que mi equipo tenga el balón. Mientras más cerca del arco rival se recupere el balón, es más fácil. También quiero que mis equipos jueguen así”, se propone.
En ese contexto es que deja fluir su aspiración para el estilo de juego de la Roja. “Mi intención es jugar un fútbol protagonista, de ataque. Para eso necesitamos defendernos bien, cuidar el balón. Los equipos más ofensivos también piensan en recuperar la pelota con una estructura ordenada. No dejan de prestarle atención a esa estructura”, advierte.
En ese ajuste, pretende incluirlos a todos. “Mi intención es apoyarme en el trabajo del seleccionador Sub 20, trabajar a la par, microciclos que me permitan verlos. Provocaremos muchas instancias en que los jugadores vengan a la Selección. Necesito conversar con sus entrenadores, trabajar en conjunto con los clubes y entre todos, verdaderamente, elevemos el nivel”, agrega.
Finalmente, aborda los cambios en la planificación que implicaría ir al Mundial de Qatar. “Trabajaré más intensamente, con menos tiempo, pero muy contento”, dice, ante una eventual clasificación. Mientras, ensaya una mirada más global de la realidad del fútbol chileno a nivel continental. “No podría hablar de la producción de los equipos, pero la realidad es que nos fuimos de la Libertadores a la Sudamericana y que de la Sudamericana nos han eliminado. Pero la realidad puede cambiar. Yo confío en poder trabajar en relación a ellos también. Yo quiero ayudar es a que los futbolistas sean mejores. Eso fue lo que intenté hacer en O’Higgins y en la Selección también. Que los futbolistas vuelvan mejor a sus clubes”, dice.
Finalmente, valora la posibilidad de comenzar el ciclo con un buen tiempo para trabajar. “Mi intención era llegar lo antes posible y asumir la conducción de esta fecha FIFA. Tener a los jugadores por 15 días es muy valioso. Vamos a enfrentar rivales duros, mundialistas. Tenemos que entrenar. El futuro comienza hoy. Si es para noviembre o para más largo plazo, también comienza hoy”, concluye.
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