Atlético Mineiro demostró que fue el mejor en Brasil. Tuvieron que pasar 50 años para que el equipo de Belo Horizonte fuera otra vez campeón del Brasileirao. Y tenía que se de esta manera, tras remontar el 2-0 en Bahía y lograr el triunfo de 3-2 en sólo cuatro minutos.
El chileno Eduardo Vargas, quien ayer fue titular, consiguió su décimo personal tras lograr dos ligas con Universidad de Chile y la Sudamericana, una Copa Italia con Napoli, cinco coronas (dos ligas) con Tigres de México y el estadual con los brasileños.
Pero el partido tuvo tintes de odisea para el elenco de O Galo. Mal que mal era medio siglo sin lograr el título nacional. Así, después de un primer tiempo sin goles, con más apatía que fútbol, el encuentro se encendió en el segundo tiempo.
Remontada espectacular
Y es que el partido tenía más consideraciones, al margen del título. El local necesitaba imperiosamente un triunfo para salir de la zona de descenso y de esa manera lo entendieron sus jugadores.
Luiz Otávio abrió la cuenta en el Arena Fontenova, a los 62 minutos. El local insistió en su empeño de quedarse en la máxima categoría y esta vez fue Gilberto quien le puso incertidumbre al título, cuatro minutos más tarde, cuando anotó el 2-0.
Cuca movió las piezas y dispuso la salida del chileno Vargas, a los 65 minutos. Mineiro nunca se entregó y logró el primer descuento a los 73 minutos. Fue Hulk, uno de los futbolistas mejor pagados del torneo, el que no titubeó para anotar de penal.
El equipo de Cuca creía y así lo demostró en el trámite del encuentro. Se vino con todo en busca del milagro, con igual cantidad de fútbol y ganas ante un estadio repleto en Bahía.
Keno comenzó su partido especial tras anotar en la jugada siguiente del penal que convirtió el ex jugador del Zenit ruso. El mismo jugador rubricó la gran remontada de los albinegros a los 77 minutos.
Una conquista histórica, con un chileno como protagonista, con un sabor especial, con un equipo que aprovechó los altibajos de los más potentes del Brasileirao para levantar la Copa, que le sacó 11 puntos de ventaja al Mengao -tiene un partido menos- que se quedó sin el título local ni la Libertadores.