El 19 de julio pasado, la Agencia Internacional de Integridad del Tenis anunciaba el fin de una investigación al jugador chileno Michel Vernier por actos de corrupción e informaba un castigo de siete años y cinco meses de suspensión y una multa, luego de admitir su participación en amaño de partidos en 2018. El deportista estaba suspendido desde fines de marzo. Sin embargo, todavía faltaban algunos pormenores por conocerse.
“El caso se trató en el marco de la ‘Propuesta de disposición’ del Programa Anticorrupción de Tenis (TACP) de 2022. Esto permite que la ITIA dicte una sanción al jugador al admitir su culpabilidad, sin necesidad de una audiencia”, fundamentó el organismo en ese momento, para explicar por qué no se realizó un procedimiento más largo. “Por lo tanto, el jugador tiene prohibido competir o asistir a cualquier evento de tenis sancionado organizado por los órganos rectores del deporte con fecha anterior al inicio de su suspensión provisional el 31 de marzo de 2022, hasta el 30 de agosto de 2029″, añadía el informe.
A pesar de los detalles del comunicado, faltaba conocer en qué lugares y en cuántos torneos se produjeron estos actos corruptos. El Deportivo consultó a la ITIA al respecto y la respuesta oficial fue la siguiente: “Los cargos estaban relacionados con tres torneos: uno en Sharm El Sheikh, Egipto, en abril de 2018 y dos en Argentina en mayo de 2018″.
En relación a cómo se produjo esta investigación, el organismo con sede en Londres afirma, a través de una declaración escrita, que todo comenzó por una alerta de movimientos extraños. “Se nos informaron patrones de apuestas sospechosas en partidos de individuales y dobles, y se investigó al jugador por arreglar elementos de los partidos y no reportar los acercamientos. Admitió estos cargos”, sostiene.
En abril de ese año, Vernier llegó a semifinales de singles en el Futuro 13 de Egipto y a cuartos de final en el Futuro 14. Mientras que en dobles, donde hizo dupla con el ucraniano Oleg Khotkov, cayó en primera ronda de esos dos torneos (6-2, 6-2 y 6-4, 6-4). Mientras que en Argentina, disputó tres torneos al mes siguiente, en Villa del Dique, Villa María y Córdoba. En los dos primeros se despidió en el debut en singles tras inclinarse ante el chileno Víctor Núñez, mientras que en el tercero perdió en segunda ronda ante el argentino Gonzalo Villanueva, por 6-1, 5-0 y retiro. En duplas su compañero fue el transandino Fermín Tenti y en los tres certámenes fueron eliminados en la primera ronda.
Sudamérica y Chile en la mira
El fenómeno de las apuestas y amaños en el tenis no es algo nuevo. Ha habido casos muy bullados como el de Juan Carlos Sáez, quien fue suspendido por ocho años, luego de que se probaran las faltas y se descubriera que había mentido durante el proceso al señalar que había perdido su celular, lo que fue descartado por el organismo que detectó movimientos con ese mismo aparato semanas después del supuesto extravío.
Actualmente, en la lista de sancionados de la entidad figura, además de Pinky, Mauricio Álvarez (suspendido de por vida). A él se suma el entrenador y exjugador Sebastián Rivera, quien está suspendido de forma provisional. Mientras que anteriormente Cristóbal Saavedra purgó un castigo de dos años y medio por no proporcionar información a las autoridades sobre situaciones anómalas. Asimismo, hay otros jugadores sudamericanos con severas sanciones. Es el caso de los argentinos Franco Feitt (alguna vez compañero de dobles de Vernier), inhabilitado para siempre, y Nicolás Arreche (cuatro años) o el venezolano Roberto Maytin (14 años).
Otro caso muy conocido fue el del ex top 100 argentino Nicolás Kicker, quien fue suspendido en primera instancia por seis años pero luego se acortó a tres después de comprometerse a participar en campañas de concientización. “Recuerdo estar muy nervioso. Me acuerdo de que (el extorsionador) me decía que hiciera ciertas cosas en la pista pero yo estaba muy nervioso. Y cuando estaba jugando fue terrible, porque tenía que tirar fuera a propósito, mi actitud no era la habitual, miraba continuamente al árbitro para ver si sospechaba. Fue horrible, lo pasé muy mal”, comentó el transandino en una entrevista con la ITF.
En todos estos casos, procedimiento de la Agencia Internacional de Integridad del Tenis consta de cuatro fases. En la primera, se hace la investigación; luego se recolecta la evidencia y se decide formular cargos, para finalmente abrir un proceso y establecer la sanción.
La Unidad de Integridad del Tenis fue creada en 2008 y su primer director fue Jeff Rees, un exdetective de Scotland Yard. Desde este año y ya bajo su nuevo nombre la organización también está a cargo de los casos de dopaje.