Colo Colo es el puntero y, como hace mucho tiempo no tenía, hoy cuenta con una identidad de juego definida. Los resultados saltan a la vista. Sin embargo, hay algo que deja a Gustavo Quinteros con un sabor agridulce y eso es la falta de concreción en el centro del ataque. La función del 9 es lo que más preocupa al entrenador. Frente a Ñublense esa falta de contundencia pesó, más allá de las numerosas ocasiones generadas y el estupendo trabajo defensivo de los visitantes. Pese a los 19 remates, 13 de ellos al arco, el marcador no se movió del 0-1.

Como ha sido la tónica del año, el volumen ofensivo de los albos se potencia por los costados, a través de Pablo Solari y Marcos Bolados, además del aprovechamiento de los espacios de Gabriel Costa, quien puede jugar como mediapunta o como extremo. A ello se suman los movimientos de Iván Morales, centro atacante nominal del equipo, pero que es más útil por sus desplazamientos para abrir espacios que concretando como un centrodelantero clásico. Y si bien lleva 10 tantos, hace más de un mes que no convierte y eso también le inquieta al estratega.

“Son rachas, viene de estar algunos partidos. Él está trabajando mucho para el equipo, es muy importante, tiene mucha movilidad, hace diagonales... Sí al delantero le pedimos que haga goles, esperemos que en el próximo partido vuelva al gol, por el bien de él y del equipo. Hoy el equipo generó, pero tenemos que ser más precisos”, reflexionó el técnico.

El puntillano corrió y se sacrificó, siendo bien custodiado por la zaga roja. Dos remates al arco, uno afuera y otro bloqueado fue el saldo de la actuación del atacante, quien generó una ocasión clara de gol y perdió 13 veces el balón.

Esa poca efectividad hizo que el DT sintiera la necesidad de sumar más opciones en esa zona. De ahí la llegada del venezolano Christian Santos, quien todavía se encuentra poniéndose a punto y es muy probable que debute oficialmente a la vuelta de los duelos de Eliminatorias. Incluso, hace unos días el entrenador deslizó la posibilidad de organizar amistosos para que el refuerzo se adapte con la mayor celeridad posible.

Frente a los Diablos Rojos, Quinteros optó solamente por llevar a la banca a Luciano Arriagada como 9 sustituto, dejando fuera de la convocatoria al voluntarioso aunque no siempre certero Javier Parraguez. En definitiva, la carencia de un goleador nato le sigue penando al cuadro popular en su lucha por el título.

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