El Abrigo de Coquimbo
Joe, el héroe de la clasificación pirata frente a Estudiantes de Mérida, empieza a capitalizar las condiciones que siempre insinuó. Su historia encierra carencias y un talento que lo llevó a acompañar a la Roja en el Mundial de Brasil.
Joe Abrigo fue el héroe de la clasificación de Coquimbo Unido en la Copa Sudamericana. El volante abrió la victoria sobre Estudiantes de Mérida con un zurdazo y participó en la elaboración del gol de Lautaro Palacios. El mediocampista de 25 años vive su momento más feliz en una vida que ha sabido de carencias y de esfuerzo y en una carrera que también ha estado llena de altibajos, pero que ha dejado una certeza: que tiene el talento suficiente para sobresalir.
Osvaldo Hurtado es, probablemente, quien mejor conoce al mediocampista pirata. Lo recibió en Magallanes, cuando Abrigo había recibido su primer golpe en el fútbol. El promisorio valor llegó a las divisiones menores de la Academia después de haber sido echado por Unión Española. “Averigüé y me dijeron que faltaba mucho a los entrenamientos, que por eso le dieron el pase y le dijeron que no fuera más”, recuerda el actual técnico de Santa Cruz. Arica advirtió al poco rato que estaba frente a un talento díscolo, pero que era posible moldear. Y asumió su formación como un desafío, casi al nivel paternal.
“Joe viene de una familia vulnerable. Yo lo dejaba en la puerta de la casa. Después me lo llevé a vivir a Malloco, en el complejo de Magallanes. Tenía como siete chicos viviendo ahí con una persona a cargo, una persona que les cocinaba. Así, lo tenía más cerca”, describe. El entrenador aclara que su pupilo no era indisciplinado, sino retraído. “Costaba entrarle, pero a mí siempre me ha gustado trabajar con ese tipo de jugadores. Tengo habilidad para eso. Y fui consiguiendo que despertara”, recuerda.
De lo que nunca dudó Hurtado fue de las condiciones técnicas de Abrigo. Una característica de su juego ya es lo suficientemente diferenciadora para el mercado nacional: el volante es zurdo y le saca provecho a ese perfil en todos los puestos del ataque. Poco dudó el estratega al momento de ordenar su debut, en un partido complejo. "Fue en la Copa Chile de 2012. “Siempre recuerdo un consejo de Dante Pesce. Él decía que los jugadores buenos para el fútbol tenían que jugar. Que si es faltaba físico u otras condiciones, las tendrán después. Con Joe me pasó eso. Que vi que tenía condiciones y lo puse en este partido con la UC. Jugó todo el partido y lo hizo bien”, repasa.
Una consolidación lenta
En el intertanto, Abrigo vivió una experiencia que algo pudo aportarle a su formación: integró el grupo de sparrings que viajó al Mundial de Brasil 2014 para ayudarle en la preparación a la escuadra de Jorge Sampaoli. En el entorno del futbolista recuerdan que muchas veces el casildense lo pidió para participar en las prácticas de fútbol de la Roja y que en la Selección llamaba la atención el desparpajo con que se enfrentaba a los jugadores más avezados del equipo. “Si tenía que encarar a Medel y tirarle un túnel, lo hacía”, describen. Con el Pitbull lo une un origen común: ambos nacieron en la comuna de Conchalí.
Coquimbo Unido y Audax Italiano fueron las siguientes estaciones de una trayectoria que aún no lo terminaba de consolidar. En ese primer ciclo en los piratas coincidió también con Juan José Ribera, el actual entrenador aurinegro. Y fue clave para evitar el descenso a Segunda División en la temporada 2016. Aún se le recuerda por el doblete y la asistencia a Leonardo Monje que aportó en el decisivo encuentro ante Barnechea. A los audinos tendrá que volver al término de esta temporada, pues está cedido. En la Florida tiene contrato hasta 2022.
Entre 2017 y 2018, Abrigo vivió su única experiencia internacional. Fue transferido al Veracruz, de México. Entre liga y copa azteca, disputó 21 partidos y marcó dos goles. Partió bien, pero, otra vez, no logró afirmarse. Ni siquiera la presencia de Juvenal Olmos en la banca le sirvió para ese objetivo. Sus siguientes estaciones fueron conocidas: Audax y, nuevamente, Coquimbo.
La nueva versión
Hurtado dice que la nueva versión de Abrigo explica en gran medida su resurgimiento. “Ahora estuve conversando con él hace un par de meses. Lo vi más grande, más responsable. Le pregunté por su hijo, porque fue papá jovencito. Estaba más maduro”, dice. Aunque ya no tiene injerencia directa sobre sus conductas, el estratega sigue pendiente de su pupilo. “Yo me siento un poco el papá de Joe. Siempre le hincho las pelotas. Le digo que se compre la casa, que junte su plata. Le pregunto por los pares de zapatos y zapatillas que tiene para entrenar, porque esos son sus implementos de trabajo", sostiene.
En ese sentido, ex delantero dice que el estilo de conducción de Ribera contribuirá ostensiblemente al desarrollo de Abrigo. “Le va a servir, porque le dará el mismo mensaje que yo le di siempre, que viene del estilo de formación de la Católica. De hecho, ha sido titular con frecuencia. Lo único que pido es que siga escuchando y aprendiendo”, concluye Arica, no sin antes comprarar a Abrigo con una figura del Cobreloa de los ochenta, la mejor etapa del equipo nortino. “A mí me parece que juega como Juan Covarrubias. Es hábil, tiene buena técnica y le añade gol. Si logra la madurez definitiva, le irá muy bien. Mucho mejor que ahora, incluso”, concluye.
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