Este viernes, la Federación Neerlandesa de Fútbol determinó cancelar la Eredivisie 2019-2020, ante la imposibilidad de reanudar la competencia por el coronavirus y las medidas gubernamentales, que no permiten la actividad deportiva a lo menos hasta septiembre. No hay campeón, cuando el Ajax y el AZ Alkmaar estaban igualados en la cima de la tabla, con 56 puntos.
En la cuarta posición se ubica el PSV Eindhoven, uno de los grandes del fútbol de los Países Bajos, con 49 unidades. Con el final anticipado, clasifica a la Europa League por su ubicación. Para este semestre había llegado un futbolista con sangre chilena: Ricardo Rodríguez.
El internacional suizo, de madre chilena y padre español, arribó en enero al PSV cedido desde el Milan, el club dueño de su pase desde 2017. El lateral izquierdo se había ganado un espacio en la escuadra rossonera, pero en la primera parte de esta campaña aquello cambió, siendo relegado por el francés Theo Hernández, hermano de Lucas Hernández, campeón del mundo con Francia en 2018. En definitiva, salió del Milan en calidad de cedido hasta el final de la temporada vigente (30 de junio), pero el desenlace de la liga neerlandesa vía administrativa acaba prematuramente con el periplo de Rodríguez en ese certamen.
Desde febrero a la fecha, el exfutbolista del Wolfsburgo solo disputó seis partidos con el PSV (448 minutos), cinco de los cuales comenzó desde el primer minuto. No sumó goles. Todos los partidos disputados corresponden a la liga local. No hay actividad ni en la Copa o en torneos internacionales. Justo cuando tenía un espacio en el equipo dirigido por Ernest Faber, se determina bajar la cortina. Si el PSV aspira a la permanencia de Rodríguez, debe negociar directamente con el Milan, ya que al lateral le resta un vínculo con los italianos hasta 2021.
En la primera parte de la temporada, cuando estaba en la Serie A, Ricardo Rodríguez jugó menos que en los meses en los Países Bajos: 388 minutos en cinco partidos.