La fiesta aguardaba en Inglaterra. El sábado Lewis Hamilton se hizo con la pole position en Silverstone con récord del circuito, lo que apuntaba a una sexta victoria del británico en tierra natal, la quinta de manera consecutiva. Sebastian Vettel destrozó todo. Le quitó el triunfo, el liderato y la posibilidad de superar a Jim Clark y Alain Prost como el piloto con más GP de Gran Bretaña en la historia de la Fórmula 1.
La hegemonía de Hamilton en Silverstone inició en 2014 y terminó ayer. Pese a su habilidad, no pudo sobreponerse a los infortunios sufridos al comienzo de la carrera y que lo mandaron al último lugar. La desazón se apoderó de los miles de fanáticos que atiborraron las gradas.
Su bólido sufrió un problema de tracción que ralentizó su salida. En la tercera curva, Vettel y Valtteri lo sobrepasaron, sólo para momentos después ser tocado por el Ferrari de Kimi Raikkonen. El finlandés fue castigado con 10 segundos de penalización, pero el daño ya estaba hecho: la 18ª posición era el nuevo lugar para Hamilton.
Arriba, Vettel se despegaba de Bottas con cada vuelta recorrida. Abajo, el nacido en Stevenage emprendía una remontada que enfervorizaba a las gradas. Para la vuelta tres ya estaba 14º; en la sexta ya se encontraba en el top 10.
Cada adelantamiento era un regalo para sus coterráneos. Hamilton y su flecha plateada corrían más rápido que los líderes, registrando con cada vuelta la máxima velocidad del día. Sin embargo, pese a su rapidez, en la vuelta 10 estaba a 27 segundos del alemán.
Ya en la vigésima vuelta consiguió la tercera posición, aunque todavía le restaba la parada en pits, que llegó en la 26. Su detención lo dejó sexto.
Todo se complicó para Vettel en la 31, cuando Marcus Ericson chocó y el Safety Car hizo su ingreso. Las distancias se acortaron, por lo que la Scuderia aprovechó de cambiarles neumáticos a sus dos pilotos. La carrera se reanudó con el alemán segundo y Kimi cuarto, pero un choque entre Sainz y Grosjean obligó a un nuevo parón con VSC.
En la 42 vino el reinicio, a falta de 10 vueltas para el fin. Vettel apuró a Bottas y sus neumáticos frescos le dieron ese extra necesario para adelantarlo. Por el contrario, el desgaste de los del finlandés lo dejaron cuarto, por detrás de Hamilton y Raikkonen.