El major británico siempre trae problemas para los golfistas que que cruzan el Atlántico en busca de la gloria. Los búnkers profundos, los green lentos y la geografía de un campo que colinda con el Paso de Calais, han generado una ecuación muy peligrosa, que no perdona a nadie. Hoy Niemann fue una de sus victimas. El chileno firmó cuatro bogeys y un doble bogey, quedando muy complicando en la general. El águila del hoyo 14 no pudo borrarle el disgusto de la cara.
El día de ayer Joaco ya había avisado que aún le faltaba para tomarle la mano al campo del Royal St George’s, dejando claro que la jornada sabatina podía estar llena de emociones, para bien o para mal. El problema fue que el descontrol comenzó de inmediato. El bogey del uno (al igual que en el primer día) anunciaba que el talagantino tendría que remontar desde el arranque, algo que solo ira empeorando en las primeras horas de juego.
Los primeros nueve hoyos fueron una pesadilla para Joaquín. No pudo nunca dar con los golpes que le permitieran seguir soñando con los puestos altos, y cada vez que se complicó, el césped inglés lo castigó sin titubear. Los bogeys del cinco y del siete aguaban aún más su primer fin de semana en el major británico.
Algo que no cambiaría en el arranque de la segunda mitad. Sumó golpes a su tarjeta en el 10 y en el 12, siendo el primero de estos el más complejo. En la decima bandera terminó con un doble bogey, fue su peor momento de la jornada. Una donde no salía nada y la palabra frustración se podía leer desde Francia.
Fue ese cumulo de malas banderas el que no le permitió disfrutar el “eagle” del 14. Fue el único momento en que apareció el Niemann estelar. Un descuento que pese a no alegrar la jornada, sí le sirvió para recuperar algunas de las posiciones perdidas, y es que de momento, la gran opción de medalla nacional en Tokio, ha caído 18 puestos en la tabla general desde que comenzó el día.
Era un momento importante porque estaban cayendo muchos birdies en los últimos hoyos del campo, manteniendo intacta la fe de que se podía dar la remontada en el tramo final. Uno donde no sumó golpes y donde incluso volvió a descontar en el 18. Un cierre con aplausos, al igual que en la jornada del viernes.
Niemann afrontará la última jornada del Major con tres golpes sobre el par , números a los que el chileno no nos tiene acostumbrados, pero que en Inglaterra pueden darse. Todo se castiga en la isla y nunca parece haber tranquilidad. Aún quedan 18 hoyos para intentar dominar el campo del condado de Kent.