El resto del partido entre Universidad Católica y Universidad de Chile tiene programación. Los 86 minutos que están pendientes desde que el choque por los cuartos de final de la Copa Chile debió suspenderse por la agresión que sufrió el arquero azul Martín Parra, están programados para este jueves, a las 19 horas, en el estadio El Teniente, de Rancagua. La Delegación Presidencial de O’Higgins ya dio la autorización y el anuncio formal se producirá durante el transcurso de la jornada. La UC, de hecho, ya lo publicó en sus cuentas en las redes sociales. La U había pedido resolver la materia a la brevedad, bajo la amenaza de solicitar el triunfo administrativo, en apego a las bases que rigen a los torneos nacionales.

Sin embargo, no todos están contentos con la decisión. Hay quienes, derechamente, están en contra de la medida. Los encabeza el alcalde de Rancagua, Juan Ramón Godoy, quien declara públicamente su tenaz oposición a que el compromiso se dispute en la ciudad que comanda. De hecho, la autoridad comunal interpuso un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Rancagua, con la finalidad de impedir la realización del duelo.

Rechazo tajantemente la decisión del delegado presidencial de finalmente autorizar que el partido entre Universidad Católica y Universidad de Chile, por Copa Chile, se juegue en Rancagua”, declara el edil, en relación a la determinación.

Godoy es enfático respecto de la negativa comunal a albergar compromisos que revistan riesgos para sus vecinos. “Nuestra postura siempre ha sido una sola: Que este tipo de encuentros no se juegue en Rancagua, porque la seguridad de nuestros vecinos y vecinas es lo más importante”, enfatiza.

Cuentas pendientes

Rancagua aún está estremecida por la muerte de Cristián Padilla, hincha de O’Higgins que fue agredido por presuntos fanáticos de Colo Colo. Godoy añade ese antecedente a su negativa. “Despedimos a Cristian Padilla, hincha celeste que falleció tras ser atacado cobardemente con un arma de fuego cuando regresaba a Rancagua tras alentar a O’Higgins en Santiago, ocasión donde los vecinos y vecinas cercanos al estadio El Teniente nos manifestaron su rechazo a que se juegue en Rancagua el partido entre Universidad Católica y Universidad de Chile”, sostiene.

Hay más antecedentes que para la autoridad resultan inquietantes. “Tampoco podemos olvidar los destrozos e incidentes de diciembre del año pasado tras el duelo entre Universidad de Chile y La Calera que terminaron con la vandalización y destrucción del Memorial de los 16, lo que fue una ofensa para las familias de los hinchas celestes fallecidos en Tomé y también para toda la ciudad”, recuerda.

En esa línea, el alcalde llama a reconsiderar la determinación. “Al gobierno y a la delegación presidencial a repensar la decisión y escuchar a los vecinos y vecinas de Rancagua para que este partido finalmente no se dispute en el estadio El Teniente de nuestra ciudad”, sostiene.

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